(ANSA) - DAMASCO, 18 DIC - Las nuevas autoridades de la
coalición rebelde que tomó el poder en Damasco anunciaron hoy
que se impedirá el acceso a las antiguas cárceles del régimen
del derrocado Bashar al Assad para preservar los documentos
incriminatorios, como hoy pidió la ONU.
Raed Saleh, director de la Protección Civil Siria, designado
por la coalición rebelde, emitió en las últimas horas una orden
que exige el cierre de las antiguas cárceles y prohíbe el acceso
a las fosas comunes encontradas hasta ahora para "evitar
cualquier manipulación y preservar los documentos y pruebas
presentes en estos sitios".
Saleh ordenó "impedir el acceso a las fosas comunes o
cualquier intervención en ellas, dada su importancia para
revelar la suerte de las personas desaparecidas y para
garantizar que los responsables de estos crímenes rindan cuentas
de sus acciones".
El funcionario también definió lo que está sucediendo en
"algunas antiguas prisiones y fosas comunes por parte de algunas
entidades, individuos e instituciones mediáticas" como
"comportamiento irresponsable y poco profesional", que puede
resultar "en la explotación y manipulación de las emociones de
las familias de los detenidos y personas desaparecidas".
Robert Petit, jefe del Mecanismo Internacional, Imparcial e
Independiente para Siria de la ONU, sostuvo hoy que la caída de
Al-Assad "reavivó la esperanza de que los responsables de la
guerra civil siria rindan cuentas por los crímenes cometidos".
Petit dijo estar dispuesto a trabajar con las nuevas
autoridades para analizar posibles pruebas relacionadas con
crímenes de guerra.
El representante de la ONU dijo que había escrito a las
autoridades de facto para expresar su voluntad de trabajar con
Damasco y visitar Siria para recoger "pruebas que podrían
implicar a altos funcionarios del gobierno anterior".
Tras la caída del presidente Bashar al-Assad, los
investigadores de la ONU, que llevan años recopilando pruebas
sobre las atrocidades cometidas en Siria, esperan que la nueva
situación les permita acceder a esta vasta "escena del crimen".
"Ahora existe la posibilidad de acceder a pruebas de
crímenes cometidos en los niveles más altos del régimen", dijo
Petit, que se mostró confiado en que las autoridades de
transición fueran conscientes de la necesidad de "preservar las
pruebas de un gobierno que durante 14 años utilizó todos los
aspectos del aparato para cometer crímenes".
En particular, los esfuerzos de las agencias de la ONU están
dirigidos a documentar el destino de las personas desaparecidas
en Siria, que las Naciones Unidas estiman en más de 130.000.
También desde la comunidad internacional, la Unión Europea
hizo saber su intención de colaborar con la normalización de
Siria tras la caída del régimen. La presidenta de la Comisión,
Ursula von der Leyen, pidió a las nuevas autoridades "pasar de
las palabras a los hechos".
"Nuestra Unión siempre ha mantenido una presencia en
Damasco: ahora tenemos una nueva perspectiva y nuestros
contactos aumentarán, debemos estar presentes en el lugar, por
eso hemos lanzado puentes aéreos para la ayuda humanitaria, pero
debemos ir más allá", dijo Von der Leyen
Necesitamos una nueva perspectiva. Pero para la
reconstrucción, los nuevos dirigentes deben transformar las
palabras en hechos", agregó.
La UE "siempre ha mantenido una presencia en Damasco para
apoyar a los necesitados, respetando al mismo tiempo el
principio de no tener contactos, ni cooperar ni financiar al
régimen de Al-Assad. Pero ahora nuestra presencia adquiere una
dimensión diferente y de hecho intensificaremos nuestros
contactos directos con HTS y las otras facciones", sostuvo Von
der Leyen.
La presidenta de la Comisión destacó que "si nos preocupamos
por el futuro de Siria, debemos estar allí en el terreno".
"En Medio Oriente, Europa debe comprometerse, tanto a nivel
regional como local. Acabo de regresar de Jordania y Turquía,
donde hablé de cómo podemos trabajar juntos para la estabilidad
de la región", añadió Von der Leyen al intervenir ante el
Parlamento Europeo.
Entre tanto, Siria va retomando la normalidad. Y esta mañana
despegó el primer avión de Damasco, rumbo a Alepo y tras la
reanudación de esa conexión también se reactivó el intenso
comercio entre Siria y Jordania, que se había interrumpido
durante los días del derrumbe del régimen de Assad.
El ministro jordano de Industria, Yarob Qadat, anunció hoy
la reapertura del cruce Jaber-Nassib entre ambos países para los
vehículos comerciales, por el que pasan mercancías no solo desde
Siria sino también desde los vecinos Líbano y Turquía con
destino a Jordania, Arabia Saudita y toda la Península Arábiga.
(ANSA).