Por Michele Esposito
(ANSA) - BRUSELAS, 19 DIC - Una nueva lista de países seguros
y todas las cartas sobre la mesa para extender el modelo de
Albania a nivel comunitario: con esa posición, en Bruselas, la
premier italiana, Giorgia Meloni, no quiso renunciar a una de
las reuniones que más le importaban, la de los llamados halcones
sobre el tema de los inmigrantes.
A primera hora de la mañana, al igual que el pasado mes de
octubre, unos 10 dirigentes se reunieron en una de las salas del
Edificio Europa.
Con ellos, como hace dos meses, también lo hizo la
presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
"Ha sido una reunión de coordinación muy positiva",
explicaron varias fuentes diplomáticas.
El calendario ilustrado por Von der Leyen parecía claro: en
febrero, la nueva directiva sobre repatriaciones, en junio los
nuevos códigos para limitar los países de origen seguros, con el
objetivo de definir como seguros incluso aquellos que, en
algunas partes, no lo son.
La otra novedad del encuentro es la consolidación de un eje
Norte-Sur sin precedentes, organizado por Italia, Holanda y
Dinamarca.
Además, se sentaron a la mesa los líderes de Polonia,
Grecia, Chipre, Hungría, Suecia, Malta y la República Checa.
La línea dura se reiterará en la cumbre del fin de semana en
Laponia entre Italia, Suecia, Finlandia y Grecia.
La convergencia tiene orígenes diferentes: los países del
Nordeste, con Polonia a la cabeza, exigen un cierre total contra
la explotación de la migración por parte de Rusia; Italia, Malta
y Grecia, países de primera llegada, a pesar de tener ejecutivos
de diferentes colores, prefieren ahora el camino de "detener a
los inmigrantes ilegales en sus hogares" en lugar de la
solidaridad obligatoria.
La reunión se centró "en la necesidad de disponer de un
marco regulatorio europeo cada vez más claro y eficaz con, en
particular, el fortalecimiento de los conceptos de país de
origen seguro y tercer país seguro para apoyar soluciones
innovadoras, partiendo del modelo Italia-Albania y la posible
creación de 'centros de retorno' en terceros países", explicó el
Palazzo Chigi.
En definitiva, Meloni quiere seguir y tiene prisa.
También porque, como decidió el Tribunal Supremo, es la
política la que decide si un país es seguro o no, pero el juez
"puede evaluar la existencia de las condiciones de legitimidad
de esta designación".
Y mañana, como sea que termine, el fallo sobre el caso Open
Arms contra el ministro de Transporte, Matteo Salvini, podría
generar tensiones y cierto bochorno en el seno de la mayoría.
Incluso los jueces de Luxemburgo siguen aportando al
gobierno su buen trabajo.
El Tribunal de Justicia de la UE, en una sentencia sobre el
caso de dos ciudadanos sirios, explicó que ningún país puede
bloquear el reglamento Dublín III por supuestas deficiencias
sistémicas.
Se trata de un tema que le interesa mucho a Italia, a menudo
en desacuerdo con Alemania sobre el tema de la reubicación.
Por la tarde, el tema de los inmigrantes terminó sobre la
mesa de la cumbre de los 27 y, desde la perspectiva siria, fue
central en la cena de trabajo.
Meloni, sin embargo, ya había abandonado la cumbre para ir a
descansar a un hotel, afectada por "un intenso estado de gripe".
La premier sólo logró participar en la sesión con el
presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, renunciando al tema
del automóvil durante el almuerzo, en el que Von der Leyen
anunció que abriría un diálogo estratégico tras el de los
agricultores.
Mostrando cómo el idilio entre la premier y la presidenta de
la Comisión está lejos de terminar. (ANSA).