(ANSA) - ROMA 19 DIC - Desde el inicio del conflicto en
Ucrania, las relaciones bilaterales entre Italia y Rusia se
encuentran en un difícil equilibrio, del cual el presidente
ruso, Vladimir Putin, se hizo eco hoy.
El jefe del Kremlin, en efecto, hizo declaraciones al
respecto, en un contexto en el cual el vínculo entre ambos
países ha estado signado, por un lado, por los ataques del
Ministerio de Asuntos Exteriores al gobierno de Roma, acusado de
"rusofobia", y por el otro, por el antiguo amor por Italia que
aún reside en muchos rusos.
"A pesar de lo que está sucediendo ahora, percibimos en la
sociedad italiana una cierta simpatía por Rusia, al igual que la
que tenemos por Italia", declaró el jefe del Kremlin durante la
rueda de prensa de finales de año.
Y no podía faltar una referencia al fallecido expremier
Silvio Berlusconi y sus relaciones, no sólo políticas sino
también personales.
De hecho, cuando se le preguntó con quién se sentaría a
tomar el té entre los políticos fallecidos, el presidente
mencionó a "il Cavaliere", junto con el fallecido canciller
alemán Helmut Kohl y el expresidente francés Jacques Chirac,
quien murió el 2019.
"Líderes de los que aprendí mucho", afirmó el presidente
ruso.
Pero dejó claro que un lugar especial en su corazón siempre
está reservado para Berlusconi, a quien, con motivo de su muerte
el año pasado, definió como "un querido amigo", hablando de una
"pérdida irreparable".
Berlusconi era una persona "muy cálida en sus relaciones,
muy trabajadora, muy tenaz", afirmó el jefe del Kremlin ante el
público de periodistas y ciudadanos rusos representantes de
diferentes regiones que asistieron a la rueda de prensa.
Además de ser, añadió, un político que "hizo mucho por el
desarrollo de las relaciones entre Italia y Rusia".
Pero los tiempos cambiaron y, en consecuencia, los tonos
oficiales.
Hace dos meses, el Ministerio de Asuntos Exteriores denunció
la política "rusófoba" de las autoridades italianas, que habían
negado los visados ;;a la delegación rusa que debía participar
en el 75§ International Astronautical Congress en Milán.
Y ya en enero de 2023, el ministro de Asuntos Exteriores,
Serguei Lavrov, había expresado su "sorpresa" al "ver a Italia
convertirse en uno de los líderes del frente antiruso".
Pero Putin siempre usó palabras diferentes.
"En Italia -afirmó el jefe del Kremlin el pasado mes de
junio, durante una reunión con representantes de agencias de
prensa internacionales - la rusofobia cavernícola no se está
extendiendo, y lo tenemos en cuenta".
"Esperamos que cuando la situación en Ucrania comience a
estabilizarse, podamos restablecer las relaciones con Italia,
tal vez incluso más rápido que con otros países", añadió el
presidente ruso. (ANSA).