(ANSA) - MOSCU, 19 DIC - El presidente Vladimir Putin negó
hoy que la caída del régimen de Bashar al-Assad, estrecho aliado
de Rusia en Siria, y a quien le ha dado asilo tras su huida de
Damasco, represente una derrota para Moscú.
"Hay un intento de explicar lo que pasó en Siria como una
derrota para Rusia. Les aseguro que ese no es el caso", dijo
Putin en su conferencia anual de fin de año. "Intervinimos en
Siria hace diez años para evitar que surgiera un foco terrorista
en ese país. En general, hemos logrado nuestro objetivo",
agregó.
Putin reveló que aún no ha recibido a Assad, a quien ha dado
refugio en Moscú, pero que lo hará en breve.
El líder del Kremlin sostuvo que aún no sabe si Rusia
mantendrá sus bases militares en Siria, porque eso dependerá de
las relaciones con las nuevas autoridades.
"No lo sé - respondió Putin a una pregunta al respecto
durante la rueda de prensa de fin de año. Tenemos que ver cómo
se desarrollarán nuestras relaciones con las fuerzas políticas
que ahora controlan la situación en este país en el futuro.
Nuestros intereses deben coincidir."
Putin añadió que Moscú mantiene relaciones "con todos los
grupos que controlan la situación allí y con todos los países de
la región. La gran mayoría de ellos nos dicen que estarían
interesados ;;en que nuestras bases militares permanezcan en
Siria".
El presidente ruso afirmó que Moscú había propuesto por ahora
utilizar la base aérea de Khmeimim para canalizar ayuda
humanitaria a Siria "y esto ha sido aceptado". Lo mismo, añadió,
podría hacerse con la base naval de Tartus.
Por otra parte, Putin reveló que Rusia está evacuando a unos
4.000 combatientes iraníes de Siria "a petición suya". Irán era
el otro gran aliado del régimen de Assad junto a Rusia.
El presidente añadió que "Rusia espera que haya paz y
tranquilidad en Siria y mantiene relaciones con todas las
partes".
Finalmente, Putin pidió a Israel que se retire "del
territorio sirio" y consideró que el Estado judío "es el mayor
beneficiario" de la crisis en Siria. (ANSA).