Por Mattia Bernardo Bagnoli
(ANSA) - BRUSELAS, 20 DIC - Un nuevo ataque ruso, con misiles
hipersónicos y balisticos, embistió Kiev provocando la muerte de
al menos una persona, una docena de heridos e ingentes daños a
un edificio del centro que aloja diversas embajadas, incluida la
misión portuguesa en la capital ucraniana.
Inmediato el coro de críticas, de las capitales afectadas, a
la OTAN y la Unión Europea. El edificio fue golpeado por
fragmentos de cohetes interceptados por el fuego antiaéreo,
quizás justamente un Samp-T provisto por Italia.
En resumen, la guerra sigue haciendo estragos en el
trasfondo -por así decirlo- de las pasarelas diplomáticas de los
últimos días. Con una novedad: Donald Trump -informa Financial
Times- estaría dispuesto a seguir suministrando armas a Ucrania,
si se respetan determinadas condiciones.
Por lo tanto, se confirma la atmósfera básica de esta fase
del conflicto: los rusos presionan lo más posible, los
ucranianos se defienden enérgicamente, Europa tartamudea
esperando entender qué hará el magnate y (sobre todo) qué le
pedirá que haga. Los cohetes, mientras tanto, no se frenan. Lo
que salvó a las embajadas, afirmó el ministro italiano de
Defensa, Guido Crosetto, fue probablemente "ese sistema
puramente defensivo que, según algunos observadores y
representantes presentes en nuestro Parlamento, no debería
haberse enviado porque se habría arribado a la paz antes".
Pero no es solo Kiev la que sufre los embates rusos. Se
informaron más víctimas en la ciudad fluvial de Jérson, que es
objeto de bombardeos diarios por parte de los rusos.
Las Fuerzas Armadas rusas dijeron que efectuaron el rai -con
misiles balísticos Iskander e hipersónicos Kinzhal- en
"respuesta" a lo que dicen fue un ataque de Kiev con misiles
estadounidenses Atacms y británicos Storm Shadow a la región
rusa de Rostov, en el Don.
Las embajadas implicadas en el episodio son las de Albania,
Argentina, Palestina, Macedonia del Norte, Portugal y
Montenegro. Y no sólo eso. "El ataque con misiles rusos también
destruyó el centro checo en Kiev, afortunadamente nadie resultó
herido", anunció en la red X el primer ministro de Praga, Petr
Fiala. "Moscú -añadió- ataca cada día a personas inocentes y no
se detendrá ante nada, por lo que debemos hacer todo lo posible
para detener su política agresiva".
En este punto la pregunta es lícita: casualidad o ataque
deliberado?. El episodio sigue al asesinato en Moscú del general
Igor Kirilov por parte de los servicios ucranianos, que suscitó
la ira del Kremlin. "Ahora los funcionarios de la OTAN son
objetivos legítimos", advirtió enseguida el expresidente Dmitri
Medvedev.
La noticia de la agresión de hoy "está siendo recogida" por
todos los medios de comunicación, observó Crosetto, porque las
embajadas estaban "implicadas". "Sin embargo, cuando los
hogares, las escuelas, los hospitales y las plantas de energía
de Ucrania se ven afectados ya no causa sensación porque esto
ocurre continuamente desde hace más de 1.050 días". Que el
conflicto duró "demasiado" -copyright del canciller alemán Olaf
Scholz- es una certeza generalizada y compartida, pero por sí
sola no es suficiente para lograr una "paz justa" y esencial
para cerrar el juego.
"He hablado con el presidente ruso y volveré a hablar con
él", reiteró Scholz durante una rueda de prensa en Berlín con la
primera ministra estonia, Kristen Michal, y resaltó que el
objetivo de las conversaciones con Vladimir Putin es siempre
"poner fin a la guerra y detener la agresión rusa" contra
Ucrania.
Scholz y Michal instaron a los socios occidentales a
aumentar la ayuda militar a Kiev. "Se necesitan más esfuerzos
por parte del mayor número posible de Estados miembros de la
UE", explicó Scholz, mencionando, en particular, la munición de
artillería y defensa aérea. El socialista está en campaña
electoral y quiere presentarse ante los alemanes como el
candidato de la paz, o como el candidato capaz de poner fin al
conflicto sin una escalada con Moscú (es decir, el Santo Grial
que todos buscan desde hace tres años). Sin embargo, hasta ahora
Berlín puso sobre la mesa -datos del Instituto Kiel- más de 13
mil millones para Ucrania: una cifra sustancial, solo superada
por Estados Unidos, hecho que le permite alzar la voz. (ANSA).