(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 20 DIC - Una mega caravana de unas
30.000 personas regresó a México desde Estados Unidos a bordo de
unos 7.000 vehículos a través de la frontera noreste, desde
Texas, entrando por la ciudad de Nuevo Laredo, en medio del
temor de que les afecte duramente el futuro gobierno del
presidente electo Donald Trump.
El tamaño de esta enorme fila de autos y furgonetas, que
sobrepasa el de otros años anteriores en al menos 300%, según
autoridades, obedece a la creciente inseguridad en las rutas del
norte al centro del país, dominadas en muchos casos por bandas
criminales.
Líderes migrantes alertaron sobre el viacrucis que
representa para muchos migrantes regresar a pasar las vacaciones
decembrinas con sus familias en México, tanto por las
extorsiones de funcionarios aduanales y policías y el "acoso del
crimen organizado".
El gobierno federal puso en marcha el denominado programa
"Héroes Paisanos" para brindar la máxima seguridad a los
mexicanos que retornan por unos días a descansar con sus
parientes después de una larga ausencia, pero las medidas
palidecen ante la creciente influencia de las bandas criminales.
Desde las 3:30 horas locales del jueves comenzó a cruzar
por Nuevo Laredo el contingente gigante de vehículos, en medio
de una marcha que duró hasta el amanecer.
Los migrantes, cargados de regalos para sus familias, iban
escoltados por la Guardia Nacional en diversos segmentos de
carretera en los estados de Tamaulipas y Nuevo León y se
ahorraron en este caso, gracias a que iban organizados, los
engorrosos trámites acostumbrados en las aduanas que a veces
sirven de pretexto para extorsionarlos. (ANSA).