(ANSA) - BRASILIA, 21 DIC - Tras la Cámara de Diputados, el
Senado brasileño también aprobó los puntos finales del programa
de ajuste fiscal propuesto por el gobierno de Luiz Inácio Lula
da Silva, que pretende sentar las bases para eliminar
gradualmente el déficit crónico del sector público.
El plan de saneamiento incluye diversas medidas que
reducirán progresivamente el gasto hasta 2030 y tendrán como
objetivo recuperar y mantener el equilibrio de las finanzas
públicas, con una deuda que en 2025 podría superar el
equivalente al 81% del PIB.
El control del gasto es una de las grandes preocupaciones
del mercado financiero, que en las últimas semanas se ha
expresado a través del mercado cambiario, con fuertes presiones
sobre el real, que alcanzó mínimos históricos frente al dólar.
Entre las nuevas normas aprobadas por los senadores, la más
importante desde el punto de vista fiscal es la que modifica el
cálculo del incremento anual del salario mínimo, hasta ahora
ligado al resultado del PIB y a la inflación. A partir de ahora,
la fórmula para calcular el aumento también tendrá en cuenta el
comportamiento del gasto, un punto considerado crucial ya que el
salario mínimo constituye una de las mayores presiones sobre las
finanzas públicas (ANSA).