(ANSA) - ROMA 22 DIC - El agua vuelve a fluir en la Fontana
de Trevi, ese legendario símbolo de Roma, tras la conclusión de
los extraordinarios trabajos de mantenimiento con motivo del
Jubileo.
El alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, lo inauguró este
domingo junto con los concejales de Turismo, Alessandro Onorato;
de Cultura, Massimiliano Smeriglio;y el superintendente Claudio
Parisi Presicce. La operación, que duró aproximadamente tres
meses, costó 327 mil euros.
El monumento recuperado se abrirá a los visitantes de una
nueva forma que permitirá ser admirado sin la masificación que
siempre ha caracterizado esa zona: ahora se permitirá el acceso
de solo 400 personas a la vez. Por el momento no hay billete
para ingresar, pero no se puede descartar que en el futuro se
obligue a sacar un ticket, anunció Gualtieri.
La experiencia adquirida con la pasarela instalada durante
la intervención de mantenimiento puso de relieve el aprecio de
ciudadanos y turistas por una visita de calidad y más directa,
se explicó. Gracias a la nueva gestión del caudal también será
posible garantizar el uso adecuado de la fuente, que siempre ha
estado sometida a una presencia antrópica intensa, desregulada y
excesivamente invasiva para los delicados materiales que la
componen.
El acceso, garantizado a un número máximo de
aproximadamente 400 personas al mismo tiempo, se realiza a
través de la escalera central, mientras que la salida se
encuentra en la puerta del lado de Via dei Crociferi.
La visita se regulará de la siguiente manera: todos los
días de 9 a 21 horas (último acceso a las 20.30 horas); los
lunes y viernes a partir de las 11 horas para permitir las
operaciones de recogida de monedas; cada segundo lunes de 14 a
21 horas para vaciado y limpieza del tanque. A su vez, acceso
gratuito a partir de las 21 horas.
En la entrada, salida y en el interior del monumento habrá
personal dedicado a la recepción y seguridad. El servicio está
encomendado a ZeŠtema Progetto Cultura. Los visitantes podrán
circular libremente por los espacios del vaso de la fuente, pero
no podrán sentarse en el borde de la piscina, comer, beber ni
fumar.
En los paneles informativos de la entrada y en los tótems
de los laterales de la plaza hay un código QR que permite
obtener información histórica de la fuente.
"La intervención de hoy es doble, sobre las fuentes, que
son numerosas y complejas, una intervención necesaria,
importante, y también ahora podemos ver mejor los colores del
mármol. Pero también una oportunidad para la innovación: la
controversia se resolvió sola", afirmó el alcalde de Roma,
Gualtieri, durante la inauguración de la Fontana.
"La piscina recaudó dinero para Cáritas y protegió a los
trabajadores", añadió. "Hemos experimentado con un método más
civilizado para el cuidado del monumento. Un número de
visitantes, 400, que reevaluaremos en el futuro si es necesario.
Ya no podemos sentarnos en el borde, los restauradores me
mostraron personalmente el daño causado por quienes se sientan
allí. Es un teatro, y en un teatro no nos sentamos en el borde
del escenario. Ahora veremos cómo va la experimentación de este
método", completó Gualtieri. (ANSA).