Por la enviada Silvia Gasparetto
(ANSA) - SAARISELKA 22 DIC - Moscú sigue siendo una amenaza,
"directa" y mucho más "mayor" de lo imaginado. Por eso también
debemos actuar con rapidez, dejar las diferencias en el sótano y
encontrar soluciones sostenibles para aumentar el gasto en
defensa sin poner en problemas las finanzas públicas.
Con este impulso, a 50 kilómetros de la frontera con
Rusia, Giorgia Meloni intenta, y en gran medida encuentra,
reunir a las "frugales" Suecia y Finlandia, que tienen la
amenaza a sus puertas, para encontrar juntos una solución
viable. En Bruselas y en la OTAN.
Las intenciones de Donald Trump de pedir aumentar la
contribución a la Alianza Atlántica hasta el 5% rondan en
Saariselka, en el corazón de la Laponia finlandesa. "Pero son
noticias falsas", dice Meloni a sus colegas y en particular al
premier anfitrión, Petteri Orpo, cuando la pregunta llega poco
después de la cumbre Norte-Sur. Se trata de "rumores", repite,
al igual que el primer ministro sueco, Ulf Kirstersson, que,
junto con su homólogo finlandés, presiona para avanzar en el
refuerzo de la defensa europea.
Trump pidió a Europa un mayor compromiso "ya en 2018,
tenía razón entonces y también hoy", señala Orpo. Pero la
novedad de la cumbre de cuatro países (también está presente el
primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis) es que los países en
fronteras opuestas de la Unión hablan por primera vez el mismo
idioma o al menos se comunican entre sí. Y aprovechan la promesa
de la Alta Representante para Política Exterior y Seguridad de
la UE, Kaja Kallas (primera ministra de Estonia antes de
incorporarse a la nueva Comisión Europea), que "empuja" para
"mayor cooperación" pero también para tener "más financiación".
El objetivo del 2% del PIB de la OTAN, explica Mitsotakis
si fuera necesario, está claro para todos que ya es "historia".
Pero los países de la UE tienen que lidiar no solo con problemas
internos, sino también con un "marco de reglas presupuestarias"
que no permite grandes márgenes. Por eso es necesario pensar
"out of the box", la fórmula recurrente: necesitamos nuevas
"herramientas" para "poner sobre la mesa", insta Meloni,
asegurando que hay conciencia de la necesidad de "hacer más".
Partimos de "puntos diferentes, nos encontramos a medio
camino", plantea Meloni, y apunta a su vez que no hay certeza,
por el momento, de cuáles son las ideas del presidente electo de
Estados Unidos.
"Estamos esperando entender exactamente cuál es la
voluntad de Trump", afirma la italiana, que lidera un país que
ya lucha por alcanzar el 2%. Mientras tanto, sugiere Meloni, no
deberíamos pensar en "lo que Estados Unidos puede hacer por
nosotros, sino en lo que podemos hacer nosotros por nosotros
mismos".
La premier se encuentra mucho mejor después de haberse
perdido el paseo en trineo tirado por renos y la cena informal
entre los líderes el día anterior, con un menú nórdico y vinos
italianos. Responde en italiano a una pregunta sobre los
inmigrantes y Matteo Salvini ("asuntos internos", se limita a
traducir para sus colegas) y luego en inglés se expresa con
palabras especialmente duras contra la Rusia de Vladimir Putin,
que hace apenas tres días había hablado de "simpatía mutua" con
Roma.
"Queremos defender las fronteras exteriores y no queremos
permitir que Rusia o las organizaciones criminales socaven
nuestra seguridad", afirma Meloni, que también se muestra
entusiasmada con la cuestión de los inmigrantes, que está
estrechamente relacionada. Hasta tal punto que Kallas, entre una
serie de amenazas "híbridas" en toda Europa, señaló la
"militarización de la migración" como una "preocupación
creciente".
Antes de regresar a Roma, donde ya convocó una cumbre
para hacer un balance de los centros migratorios en Albania,
Meloni hizo escala en la base aérea de Siauliai, en Lituania.
Llevó allí "los mejores deseos y el agradecimiento" de Italia a
los contingentes estacionados en el extranjero y se conmueve al
recordar al Señor de los Anillos (pero bromea con un "siempre lo
cito, pero no acabo de leerlo...") y luego dijo con lágrimas en
los ojos: "No verán a sus hijos desenvolviendo regalos en
Navidad, pero Italia les está agradecida y yo les aseguro que
sus hijos estarán tan orgullosos de ustedes como toda Italia".
(ANSA).