"Por como se saldó este caso, espero que quien lo juzgó haya contado con todos los elementos de prueba y que Francesco Acerbi esté en paz con su consciencia", afirmó hoy el ministro de Deportes italiano, Andrea Abodi, al opinar sobre la absolución del defensor de Inter acusado de racismo por su colega brasileño Juan Jesús, jugador del Napoli, por parte de la justicia deportiva.
"La sentencia es fruto de distintas evaluaciones sobre el hecho que fue denunciado. Si bien en otros fallos el dispositivo técnico no necesitó de la prueba concreta para condenar, no es casual que en este caso yo haya dicho que esperaba que la información disponible haya sido suficiente", agregó el funcionario.
Abodi, sin embargo, dijo "comprender" la decepción del brasileño Juan Jesús al conocerse la sentencia absolutoria de Acerbi, así como la del Napoli, que en la víspera anticipó su decisión de no volver a sumarse a las campañas contra el racismo impulsadas por entidades o asociaciones y de combatir al racismo de manera autónoma.
"Comprendo la amargura, pero necesitamos hacer un esfuerzo a pesar de todo y permanecer unidos en la lucha contra este flagelo que es el racismo", aclaró el ministro, aludiendo a aquel anuncio de Napoli que confirmaba que el club no participará en la campaña 'Keep racism out' (Mantengamos al racismo afuera, Ndr) que se realizará este fin de semana en el fútbol italiano.
También el presidente de la Liga de Serie A, Lorenzo Casini, dijo comprender la sensación de perplejidad expresada por Napoli y destacó que "las opiniones cambian dependiendo del punto de vista" al explicar que "desde un punto de vista técnico-jurídico, la sentencia sigue un camino, pero debo reconocer que las dudas expresadas por Napoli son aceptables".
Casini no compartió, en cambio, la decisión del último campeón del "Calcio" de no sumarse a las campañas contra el racismo: "Creo que se trata de un malentendido porque son iniciativas impulsadas por la Liga, que también es víctima de esta situación y no actora. Desquitarse con nosotros no es correcto, aunque comprendemos la postura del Napoli y del futbolista", aclaró.
Presente en la reunión del Consejo Federal estuvo el director general de Inter, Giuseppe Marotta, quien al ser consultado al respecto se llamó a silencio y prefirió no opinar (quizás porque el caso involucró a un jugador del equipo que dirige Simone Inzaghi).
El presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), Gabriele Gravina, fue en sentido opuesto al afirmar que "el fallo es una decisión del juez que todos debemos aceptar, incluidos quienes no se sienten satisfechos con el mismo".
"Yo acepto el veredicto y, a nivel humano, no evitaré abrazar a Acerbi cuando lo vea", agregó Gravina al recordar que el futbolista de Inter "fue desafectado de la selección nacional para evitar cualquier distracción", al aludir a los amistosos que Italia disputó frente a Venezuela y Ecuador en Estados Unidos en el marco de su preparación para la Eurocopa.
Gravina destacó que Acerbi dio su versión de los hechos y él afirmó que cree "en su palabra, porque quien defiende la casaca azzurra defiende también determinados valores. Sabemos que es un gran muchacho y todo lo que ha dado por esta selección".
Como para equilibrar un poco la balanza, el titular de la FIGC se dijo "humanamente cerca de Juan Jesús, reiterando nuestro compromiso histórico de combatir al racismo en el fútbol", aunque se excusó al explicar que prefería "no entrar en detalles respecto de la sentencia desde el punto de vista jurídico".
El presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI), Giovanni Malagó, dijo por su parte que "una institución no puede ser güelfa, ni gibelina", aludiendo al término utilizado para definir en la Edad Media en Italia a los partidarios del Papa y a los defensores del Emperador.
"Una opinión privada puede ser pública, pero no hay nada peor que un dirigente analizando una sentencia", agregó Malagó al recordar que "en estos años me pasó muchas veces, incluso en casos relacionados con el doping, en los que mi cabeza o mi corazón no estaban en sintonía frente a determinados fallos, pero no lo hice público para que no explote todo".
A pesar de todo, el dirigente olímpico reconoció que "resulta comprensible que quien siente que no se hizo justicia, desde su punto de vista, se sienta amargado".
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