Los dos grupos realizaron marchas simultáneas en los alrededores de Porta San Paolo e intercambiaron silbidos, insultos e incluso disparos de fuegos artificiales.
Cada vez que se escuchaba el grito "Palestina libre", los miembros de la Brigada Judía respondían con maldiciones. Los manifestantes pro-israelíes también arrojaron piedras a los periodistas y los cordones policiales intentaron mantener separados a los grupos.
Del lado pro palestino, los activistas denunciaron el "genocidio" en la Franja de Gaza y gritaron consignas contra el Estado de Israel.
"Hubo tensión porque las organizaciones árabes dijeron que vendrían a expulsar a los sionistas de las calles", dijo el presidente de la Asociación Judía Europea, Riccardo Pacifici.
"Roma pertenece a los romanos y a los judíos romanos", añadió.
El Día de la Liberación es uno de los principales feriados nacionales de Italia y celebra la liberación del país del fascismo y la ocupación nazi, además de honrar la lucha de los partisanos.
"La unidad popular en torno al antifascismo es obligatoria, sin comprometer la variedad y riqueza de la comunidad nacional, el pluralismo social y político y la libre articulación de mayorías y minorías en el juego democrático", afirmó el presidente de Italia, Sergio Mattarella en el acto central de conmemoración.
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