Y es ella misma, la gran dama de la izquierda alemana, que abandonó tumultuosamente el Linke (Partido de izquierda) hace unos meses, quien aclara a la prensa extranjera: "No queremos una normalización de las relaciones con Rusia, pero creemos que hay que hacer todo lo posible para poner fin a esta guerra".
El partido Bundnis Sarah Wagenknecht (BSW) nació hace apenas tres meses. Pero según las encuestas en Alemania ya habría alcanzado el 5% necesario para entrar en el Bundestag (el Parlamento alemán) y en los parlamentos regionales de la República Federal, quitándole votos sobre todo al partido de extrema derecha Alternative fuer Deutschland (AFD, Alternativa Para Alemania).
Además, el partido de Alice Weidel y Tino Chrupalla, que se enfrenta estos últimos días a escándalos de diversos orígenes, incluido el espionaje chino y las sospechas de financiación rusa, también intenta robarse el nombre: "Queremos ofrecer, por fin, una alternativa sólida al país".
Las elecciones europeas, explica el fundador y líder de la lista Fabio de Masi, son la primera oportunidad para dar una señal y enviar a casa al "gobierno semáforo" de Olaf Scholz.
En la reunión organizada en Berlín por la asociación VAP, en la que estuvo presente ANSA, Wagenknecht recibió varias preguntas sobre su posición respecto del presidente ruso, respondiendo a las críticas de ser demasiado comprensiva, si no ambigua, con Moscú: "No conozco a Putin, ni siquiera lo he conocido. No sé si está dispuesto a negociar. Pero hay diferentes opiniones al respecto. Gerhard Schroeder, por ejemplo, dice que sí. Y Occidente debería tomar más seriamente en consideración la posible mediación de países como China y Turquía".
La carrera armamentista no puede continuar y no es buena para nadie. Por no hablar del reclutamiento forzoso masivo, incluso en Ucrania. Pero, ¿Qué haría usted concretamente si fuera canciller?, le preguntan.
"Propondría interrumpir el suministro de armas a Ucrania a cambio de una tregua inmediata", y luego abrir una mesa de negociaciones.
Wagenknecht, que también presentó al líder de la lista, De Masi, insistió en la necesidad de una mayor autonomía de la UE.
"Desde la época de Trump, Estados Unidos ha iniciado una política económica que defiende con vehemencia sus intereses, y que continuó con Joe Biden y las sanciones penalizan especialmente a Europa: muchas de nuestras empresas están emigrando a Estados Unidos. Somos su colonia digital. Queremos una Europa más soberana", dice.
Por casualidad la socia de Oskar La Fontaine se ha convertido en una derechista?, le preguntan. "Ciertamente no soy de derechas -responde- pero ya no sabemos qué hacer con el término izquierda. La izquierda ha perdido su identidad en toda Europa".
Ya no representa a "la gente sencilla", a la que BSW quiere volver a dirigirse, agrega. "Sin embargo, en las elecciones europeas no será nada fácil para nosotros, muchos de nuestros votantes ni siquiera conocen esta votación. Un 5% sería un resultado enorme", concluye.
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