Por Silvia Gasparetto
(ANSA) - ROMA 30 OCT - Este tipo de escándalos son "un asco
que debe parar". Pero, incluso peor que la intrusión en las
bases de datos, plasmada por ciber-piratas en Italia, son los
"funcionarios desleales" quienes se supone deben protegerlas.
Así reaccionó la premier Giorgia Meloni, ante lo que emerge de
las investigaciones en Milán "y ahora quizás también en Roma". Y
asegura que el gobierno será "implacable" no solo con quienes se
prestan a la compra y venta de datos que ya había comenzado
"hace algún tiempo", sino incluso con quienes tienen la
responsabilidad de "controlar" que eso no ocurra.
Ya se habían tomado contramedidas, recuerda la premier
frente a las cámaras de TV, primero en "Cinco Minutos" y luego
en "Porta a Porta", y habla de un primer decreto de ley al que
seguirán "otras iniciativas", sobre las cuales "una mesa técnica
ad hoc" estará funcionando para controlar ese flagelo del robo
de datos, un caso que la prensa ha llamado "Dossieraggi".
Seguimos viendo, enumera Meloni, "casos de todo tipo",
desde el "financiero adscrito a la Dirección Nacional Antimafia
que realizó decenas de miles de accesos, que tenía registros de
todos los políticos de centroderecha que se pensaba que podían
acudir al gobierno", es decir, Pasquale Striano, "luego está el
caso del empleado del banco que ingresó en las cuentas
corrientes, todas las de mi familia obviamente".
Ahora estas nuevas investigaciones ponen de relieve la
situación "inaceptable", no solo del "funcionario que, en lugar
de proteger, viola las bases de datos", sino también del
"superior que no se da cuenta de que se están realizando cientos
de miles de accesos no autorizados" a datos confidenciales,
brama la premier. Frenar eso es una "prioridad", al igual que
luchar contra la inmigración ilegal, a pesar de los argumentos
de "folleto propagandístico" del Tribunal de Bolonia, que
devolvió el decreto ley sobre los países seguros al Tribunal de
Justicia Europeo para pedirle cuál es el parámetro sobre el cual
identificarlos.
"El argumento de la Alemania nazi es eficaz a nivel
propagandístico, pero a nivel jurídico es más débil", afirma la
primera ministra, que cita también el "pronunciamiento
surrealista del Consejo de Europa" sobre el racismo presente en
las fuerzas policiales italianas en referencia al candente tema
de la migración.
De esta manera, lanza su provocador razonamiento: "incluso
Italia podría no ser un país seguro" y "haré la petición dentro
de poco porque también en Italia tenemos algunos problemas en
algunos territorios limitados".
"Para algunos" - insiste Meloni - se trata de intentos de
"impedir que cese la inmigración irregular". Pero "estoy
convencida de que la razón por la que se hace todo lo posible
para bloquear el protocolo con Albania es que todos entienden
que es la clave para bloquear la migración irregular", hasta el
punto de que "es la primera vez - revela - que recibo amenazas
de muerte de contrabandistas de vidas".
Galvanizada por el éxito electoral en Liguria ("Estamos 11
a 1 para el centro-derecha entre las regionales y las elecciones
en las provincias autónomas"), y dispuesto a afrontar referendos
"sobre todo", según dijo y volvió a defender el presupuesto para
el año próximo contra la cual los sindicatos tienen -
irónicamente - un "muy pequeño prejuicio", deslizó.
Y rechazó las acusaciones de haber impuesto "recortes en la
asistencia sanitaria": los recursos aumentan "en 22 mil
millones" respecto a 2019, afirma Meloni. Acusó a John Elkann
-Giovanni Agnelli, fundador de Fiat- de haber abandonado la
audiencia en la comisión: "Habría evitado esta falta de respeto
hacia el Parlamento".
El diario La Reppublica -propiedad del grupo Agnelli-
acusó a la primera ministra italiana y a su partido, Fratelli
d'Italia, de querer vender Italia con la privatización de
empresas públicas estratégicas como la petrolera ENI, la empresa
de correos Poste Italiane, la caja de ahorros Monte dei Paschi
de Siena, o los ferrocarriles Trenitalia y sus veloces
Frecciarossa. Meloni, siempre predispuesta a dar la batalla ante
ataques personales o a intentos de herir su orgullo, respondió
con la artillería pesada contra los Agnelli en una entrevista al
canal de Mediaset Rete 4.
®Me ha hecho sonreír un poco la acusación que llega de
Repubblica, con una primera página que dice que Italia está a la
venta¯, comenzó su réplica Meloni en la entrevista.
También dedicó un pasaje, una vez más, sobre el ministro
Raffaele Fitto, a la espera de la prueba de las audiencias en el
Parlamento Europeo para la confirmación de su papel como nuevo
Comisario y vicepresidente: "El Partido Demócrata - dijo Meloni-
debería hacerse escuchar más "porque "excluyo que la posición"
de los demócratas sea la de los socialistas europeos, que dicen
estar "claramente en contra de que Italia tenga una
vicepresidencia". (ANSA).