Por Amalia Angotti
(ANSA) - TURIN 30 OCT - Tormenta nuevamente entre Stellantis
y el mundo político tras la carta con la que el presidente John
Elkann anunció que no acudirá al Parlamento a la espera de la
convocatoria al Palazzo Chigi, prevista por las mociones
aprobadas por la Cámara de Diputados.
Los ataques llegan de todas las fuerzas políticas, oposición
y mayoría, y culminan en la noche con las duras palabras de la
premier Giorgia Meloni: "Faltó el respeto al Parlamento. Les
faltan algunos fundamentos, las Cámaras son diferentes al
gobierno". Y luego, el de Stellantis "es un diálogo que
seguiremos teniendo sin sometimiento y sin condicionamientos".
El intento de relajación de Elkann no basta ya que, en
conversación telefónica con el presidente de la Cámara, Lorenzo
Fontana, explica que la empresa está abierta "al diálogo con
todas las instituciones, como siempre ha hecho el grupo en todos
los países en los que está presente, Italia in primis". Elkann
subraya que "en los últimos años no ha habido ninguna
desconexión en Italia" sino "un gran esfuerzo para orientar
nuestra actividad hacia el futuro con productos competitivos e
innovadores".
Una primera confrontación está programada para el 14 de
noviebre cuando el ministerio de las Empresas y del Made in
Italy (MIMIT), convocó a la mesa a Stellantis. Para los
sindicatos -en audiencia en la Cámara- no basta. Piden más, que
el debate se traslade a Palazzo Chigi. Ciertamente la política
pedirá nuevamente a Elkann ser auditado. Lo hizo saber el
presidente de la Comisión Actividades Productivas de la Cámara,
Alberto Gusmeroli, que recibió la carte en la cual el presidente
de Stellantis, decía no tener "nada que agregar al respecto a lo
que ilustró el director ejecutivo Carlos Tavares" en el
Parlamento el 11 de octubre.
Palabras que encendieron la mecha.
El mundo político, de derecha a izquierda, no apreció la
decisión de Elkann y Stellantis volvió a estar bajo el fuego
cruzado de la mayoría y la oposición.
"Es preciso estigmatizar el comportamiento del presidente de
Stellantis, John Elkann", afirmó las secretaria del Partido
Democrático (PD), Elly Schelin. "Aquí no se trata de tener a
alguien en el banquillo de los imputados y exponerlo al deshonor
público, sino hallar todos juntos la posibilidad de salir de las
dificultades", agregó el presidente del Movimiento 5 Estrellas
(M5S), Giuseppe Conte.
Para la Liga es una "vergonzosa ofensa a las instituciones:
primero Stellantis toma dinero y escapa al exterior, ahora John
Elkann diserta en el Parlamento. Su presencia es una obligación,
no solo moral, para informar al país de una gestión impía no
obstante las enormes contribuciones públicas".
Tommaso Foti, jefe de bancada de Hermanos de Italia (FDI) en
la Cámara de Diputados, definió como "desconcertante que el
heredero de quien fue bravo en socializar las pérdidas y
privatizar las utilidades de FIAT desdeñe al Parlamento".
El secretario de Acción, Carlo Calenda, habla de "un grave
desaire institucional" por parte de Elkann e insiste: "Vendrá al
Parlamento, insistiremos: tiene el deber de responder". No
esconde su irritación el ministro Adolfo Urso justamente porque,
en espera de la audiencia, postergó la convocatoria de la mesa
con Stellantis.
Empero, los sindicatos no lo consideran más el interlocutor
justo y desean que el debate se traslade al Palazzo Chigi. "La
cuestión no es más de MIMIT sino de la presidencia del Consejo,
como Scholz se ocupa de la cuestión de Volkswagen.
Meloni se debe ocupar del tema Stellantis", observa el líder de
la FIOM CGIL,
Michele De Palma.
También para el número uno de la FJM CJSL, Ferdinando
Uliano, que comentó: "La presidencia del Consejo es la sede
adecuada para un intercambio virtuoso". Gianluca Ficco,
secretario nacional UILM, agrega que aquello abierto en el
Ministerio de las Empresas y del Made in Italy se reveló
improductivo y por demás contraproducente". (ANSA).