(ANSA) - BRASILIA, 21 NOV - El expresidente de derecha de
Brasil, Jair Bolsonaro, ha sido acusado formalmente por la
policía federal de participar en el intento de golpe de Estado
para impedir la toma de posesión del presidente electo
progresista Luiz Inácio Lula da Silva, tras su victoria en las
elecciones de octubre de 2022.
El documento -difundido por la policía- cierra la primera
fase de la investigación sobre los supuestos complots
subversivos desarrollados por Bolsonaro junto a algunos de sus
ministros y sus colaboradores más cercanos.
La solicitud de procesamiento para 37 sospechosos -
cabeza y corazón de la anterior administración - fue enviada al
juez del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Alexandre de
Moraes, quien, tras oír al fiscal general, decidirá si inicia el
proceso y abre el juicio en el Tribunal Superior o remite el
expediente a la policía para una mayor investigación. No se
pidió el arresto de Bolsonaro.
Además de Bolsonaro, la solicitud incluye a los generales
Walter Souza Braga Netto, ex candidato a vicepresidente en la
lista de Bolsonaro para 2022, y Augusto Heleno, exministro del
gabinete de seguridad durante el gobierno anterior. En la lista
también figuran el ex jefe de la Agencia Brasileña de
Inteligencia (ABIM) Alexandre Ramagem y el presidente del
Partido Liberal (PL), Valdemar da Costa Neto.
Las investigaciones muestran -entre otras cosas- que los
militares arrestados el pasado martes, en tiempos del G20,
estaban vinculados al teniente coronel Mauro Cid -hoy
colaborador de la justicia- y ex ayudante de campo de Bolsonaro,
quien también habría ideó un plan para matar, además de Moraes,
también a Lula y al vicepresidente Geraldo Alckmin antes de su
toma de posesión, que tuvo lugar en enero de 2023.
La investigación concluida se refiere a la participación en
el ataque del 8 de enero a los edificios de la democracia en
Brasilia, los complots para el golpe de Estado durante las
elecciones presidenciales de 2022, incluido el expediente de los
servicios de inteligencia paralelos, así como el plan para
envenenar a Lula, Alckmin y Moraes.
"Entonces soy alguien a quien realmente tengo mucho que
agradecer porque estoy vivo. El intento de envenenarnos a mí y a
Alckmin no funcionó, estamos aquí", comentó Lula poco antes de
entregar los documentos, que suman unas 800 páginas.
La última pieza de la investigación surgió a principios
de esta semana, durante los días del G20, cuando fueron
detenidos militares que ayudaban en la seguridad de la cumbre de
líderes y jefes de Estado. "Un complot del que Bolsonaro -
afirman los documentos - estaba al tanto". (ANSA).