Preparar el Cónclave antes de su
inicio para evitar días y días de fumatas negras: esta es la
opinión del cardenal Francis George, arzobispo de Chicago, que
estará en Roma a partir del 27 de febrero para saludar al papa
Benedicto XVI y participar en la elección del nuevo Pontífice.
"Si no se hace un trabajo de selección preliminar, el
Cónclave puede ser muy largo", indicó.
"Las conversaciones que deben mantenerse, si se quiere actuar
de forma responsable, deberían hacerse antes, porque una vez
entrados en clausura el único momento para hablar es en la cena
y después de la cena si uno quiere", dijo el purpurado, tras la
misa en la parroquia de st. Bridge, en South Side de Chicago.
El cardenal no quiso pronunciarse sobre la eventualidad de un
Papa estadounidense o perteneciente a otra región del mundo que
no sea Europa. "Lo más importante es la persona, si es capaz de
desempeñar el rol de sucesor de Pedro, si está anclado en al fe,
con una corazón apea los pobres y los idiomas necesarios para
comunicar en el mundo contemporáneo", subrayó.
El arzobispo de Chicago, que tiene 76 años, ha sido
presidente de la Conferencia Episcopal estadounidense de 2007 al
2010.