En esta ocasión se registran los agravios entre los candidatos, desde las redes sociales usadas como trincheras para la burla y la anulación del otro y mediante acciones intimidatorias a la prensa y líderes sociales.
El excrack del fútbol brasileño lidera con holgura una encuesta sobre las elecciones al senado federal por el estado de Rio de Janeiro, donde es aliado del presidente, Jair Bolsonaro.