A los pies de la Piazza d'Oro, el gran edificio para fiestas construido por el emperador Adriano (117-138 d.C.), hay una estructura elíptica que desde el siglo XVI se creía era una piscina utilizada para el baño o la cría de peces, pero en los '90 la limpieza del lugar reveló elementos posiblemente referibles a un anfiteatro.
Los resultados de la campaña actual "son sorprendentes: bajo unos pocos centímetros de tierra, afirma la Universidad de Urbino, han aflorado los muros de un gran complejo de época de Adriano nunca documentado hasta ahora".
Se trata de "un edificio de más de 25 metros de largo por 15 de ancho, compuesto por una gran sala rectangular rodeada de ocho habitaciones que se abren a una terraza sostenida por pilares, de más de tres metros de altura".
La campaña de excavación comenzó este año en el llamado Anfiteatro de la Villa Adriana por el Departamento de Estudios Humanísticos de la Universidad de Urbino Carlo Bo, siguiendo instrucciones del director del Instituto de Villa Adriana y Villa d'Este, Andrea Bruciati, y bajo concesión del Ministerio de Cultura.
El edificio descubierto, explica la universidad, «fue parcialmente destruido para dar paso al llamado anfiteatro, pero los escombros, en lugar de ser retirados, se utilizaron para crear el suelo sobre el que se construyó la planta de la nueva estructura elíptica".
Por este motivo, la excavación permitió recuperar tanto los mármoles que cubrían el exterior del complejo (incluidos los pilares) como los frescos que decoraban las salas: mármoles blancos, serpentina verde, pórfido rojo e imágenes pintados en amarillo, rojo y verde y adornados con cintas entrelazadas, acantos y granadas".
Hasta ahora, recuerda la universidad, "en la Villa Adriana se desconocía un complejo tan extenso y ricamente decorado, encargado por Adriano, pero destruido posteriormente para dar paso a una estructura nueva y diferente".
"Una cosa está clara ahora mismo: un nuevo gran edificio, subraya Berta Martini, directora del Departamento de Estudios Humanísticos de la Universidad de Urbino, se añade a la compleja articulación de la villa querida y diseñada por Adriano, un yacimiento de la Unesco que todavía hoy, a pesar de más de quinientos años de excavaciones e investigaciones, no deja de ofrecer descubrimientos sorprendentes".
"La Villa Adriana, afirma el director Bruciati, es hoy más que nunca un lugar de estudio activo y un hervidero de novedades. El equipo de la Universidad de Urbino ha descubierto un edificio hasta ahora desconocido, añadiendo una nueva página a nuestro conocimiento del yacimiento".
"Iluminado y ambicioso, el emperador Adriano se dedicó a un proyecto de construcción compuesto por grandes y maravillosas obras, de las que surgió el extraordinario y variado conjunto de la villa", recuerda el director de la Villa.
"La excepcionalidad del yacimiento inspira en el Instituto un proyecto de gestión y valorización del patrimonio arqueológico, monumental y natural, marcado por la interdisciplinariedad y la transversalidad", concluye.
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