El pico, con unos 120 meteoros por hora, se espera para la madrugada del sábado, pero esta corriente meteórica estará activa hasta Navidad. Por desgracia, sin embargo, este año las condiciones para admirar las Gemínidas son particularmente desfavorables.
"Está el problema meteorológico, ya que en muchas partes de Italia el cielo está nublado", explica a ANSA Paolo Volpini, de la Unión Astrofílica Italiana, "a lo que se añade la perturbación de la Luna casi llena, por lo que la corriente será menos visible que en años más favorables".
En caso de que sea imposible observar estas estrellas fugaces invernales, sin embargo, habrá algún consuelo.
"Es un momento excelente para observar los planetas: Venus, Marte, Júpiter y Saturno son visibles a simple vista", añade Volpini.
En la primera parte de la noche, Venus, que se pone por el oeste, y Saturno, que se ve fácilmente por el suroeste, son claramente visibles. Júpiter, por su parte, ilumina el cielo durante toda la noche, saliendo por el este tras la puesta de Sol, al igual que Marte.
La noche de este viernes, además, la Luna estará muy cerca del cúmulo estelar de las Pléyades, prosigue Volpini, "y la noche siguiente estará cerca de Júpiter".
El enjambre de Gemínidas es hijo del asteroide 3200 Phaethon, que, sin embargo, tiene unas características muy especiales, ya que su comportamiento es similar al de un cometa.
También es el primer asteroide descubierto por un satélite, en 1983.
Hace mucho tiempo, 3200 Phaethon pudo haber colisionado con otro objeto, provocando el flujo de fragmentos que la Tierra atraviesa cada año y que, "iluminándose" al entrar en nuestra atmósfera, genera el espectáculo de las estrellas fugaces.
Es precisamente este asteroide el objetivo de la misión japonesa Destiny+, cuyo lanzamiento está previsto para 2028, que lo observará de cerca y tomará muestras.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA