"El título fue elegido no solo por la conexión con el Año Santo, sino también porque la exposición pretende hacer un balance de las novedades surgidas en los últimos años en relación con el artista", explica Maria Cristina Terzaghi, comisaria de 'Caravaggio 2025' con Francesca Cappelletti y Thomas Clement Salomon.
Enriquecida con pinturas difíciles de ver para el público o que se exponen en Italia por primera vez, así como con préstamos de excepcional importancia, la exposición, organizada con el apoyo de la Dirección General de Museos-Mic y presentada hoy en el Palacio Barberini, reunirá una veintena de cuadros del artista nacido en Milán (en 1571) pero cuya deuda con los talleres de arte romanos y con la ciudad es evidente dado que Roma "fue el eje de su carrera artística", como afirma Francesca Cappelletti, directora de La Galería Borghese, gran conocedora de Caravaggio.
Se expondrán una veintena de cuadros, pero su número podría aumentar ya que "se están cerrando los últimos préstamos", según explicó el director de las Galerías Nacionales de Arte Antiguo, Thomas Clement Salomon.
Entre las obras
expuestas se encuentran "el Retrato de Maffeo Barberini",
presentado recientemente al público por primera vez tras su
atribución al artista en el Palazzo Barberini, y el "Ecce Homo",
actualmente expuesto en el Prado de Madrid.
Este último cuadro, "es una obra nunca vista hasta ahora
en Italia, aunque salió de Nápoles por orden de la virreina,
esposa del virrey conde de Castrillo, quien, cuando la peste
estalló en la ciudad, decidió regresar a Madrid llevándose con
ella el cuadro que nunca fue devuelto; pertenece a un
coleccionista particular que lo prestó al Prado, que a su vez
nos lo prestó generosamente para esta ocasión", explica
Terzaghi.
La exposición se desarrollará cronológicamente "de manera
bastante tradicional" también porque hoy los estudiosos pueden
disponer de "datos ciertos sobre algunos puntos de inflexión
fundamentales en la vida del pintor", subraya la experta.
Entre obras nuevas y obras maestras conocidas, el
contenido de esta exposición "es un Caravaggio puro", resume
Cappelletti.
"La Galería Borghese -explica la directora del
museo romano- está presente con tres préstamos importantes,
desde el Baco enfermo hasta 'el David con Cabeza de Goliat' y
luego 'San Juan Bautista', pinturas que probablemente
acompañaron al artista en su última huida".
Otros préstamos de gran interés son la "Santa Catalina"
del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, obra maestra ya en las
colecciones Barberini, que volverá al Palacio que la acogió, y
Marta y María Magdalena del Detroit Institute of Arts, para la
que el artista utilizó el mismo modelo de Judith conservado en
el Palacio Barberini, expuesto por primera vez uno al lado del
otro.
La exposición, que por decisión propia no incluye las
pinturas de Caravaggio expuestas en las iglesias y que
permanecen en sus propios espacios a disposición de los
visitantes y peregrinos, será también una ocasión para volver a
ver juntos los tres cuadros encargados por el banquero Ottavio
Costa -"Judith y Holofernes" del Palacio Barberini, el "San Juan
Bautista" del Nelson-Atkins Museum de Kansas City y el "San
Francisco en éxtasis" del Wadsworth Atheneum of Art de Hartford,
además de obras vinculadas a la historia del coleccionismo de
Barberini, como "Jugadores de cartas" del Kimbell Museum, Museo
de Arte de Fort Worth, que regresa al palacio romano donde se
conservó durante mucho tiempo.
También está presente en la exposición "El Martirio de
Santa Úrsula", último cuadro de Merisi, cedido por
Intesa-Sanpaolo, socio principal de la exposición.
"Caravaggio 2025"' es "una obra titánica", observa el
director general de los Museos, Massimo Osanna, con referencia
también a la prueba de la gran colaboración entre los museos
estatales, no solo el Palazzo Barberini y la Galleria Borghese,
sino también otros, desde Brera a los Uffizi, e incluso
Capodimonte. "Es una exposición - continúa Osanna - que el
Ministerio de Cultura puede y debe hacer porque se basa en un
proyecto de investigación riguroso y esto la convierte en
portadora de conocimiento".
Y esto es más importante que hacer grandes números, lo
que, sin embargo, dado el atractivo del evento, no sería una
sorpresa: "una feria de este tipo - dice Salomon - puede atraer
a 600-700 mil visitantes, pero hay que tener en cuenta los
espacios expositivos; no queremos que el visitante se quede sin
aliento, queremos ofrecerle la experiencia de aprendizaje más
agradable posible y en ese sentido haremos lo mejor que
podamos".
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