Cuando la pelota comience a rodar en Australia y Nueva Zelanda el 20 de julio, dando inicio al Mundial femenino, la delantera brasileña Marta se convertirá en la primera futbolista de la historia en disputar su sexta Copa del Mundo, no sólo entre las damas.
Ni siquiera el recientemente consagrado campeón mundial argentino Lionel Messi, ni el portugués Cristiano Ronaldo, ambos con cinco ediciones jugadas (al igual que los mexicanos Guillermo Ochoa y Andrés Guardado) llegaron a esa cifra.
Sí lo hará Marta, una leyenda del fútbol que a los 37 años se apresta a disputar la que se anuncia como su última edición con el objetivo ser campeona mundial por primera vez con la "canarinha", que debutará el 24 de julio frente a Panamá en un Grupo F que completan Francia y Jamaica.
"Será seguramente mi último Mundial", afirma Marta Vieira da Silva, tal su nombre completo, en la antesala del torneo ecuménico, que también por primera vez en la historia contará con la participación de 32 selecciones.
Considerada por muchos como la mejor futbolista de la historia, la delantera de Orlando Pride, franquicia de la National Women's Soccer League estadounidense, llega con lo justo a su último Mundial pues se recuperó de una lesión en la rodilla derecha que la marginó de las canchas durante casi un mes.
"Obviamente, ya no soy la Marta de hace 20 años, pero físicamente estoy muy bien y mentalmente aún mejor", aclara la jugadora que algunos bautizaron como la "Pelé con falda", ganadora del Balón de Oro en 2010 y seis veces elegida por la FIFA como la mejor jugadora del planeta (2006, 2007, 2008, 2009, 2010 y 2018).
Marta, considerada como una de las personalidades más influyentes de su país, quiere seguir haciendo historia pues con 17 goles en Mundiales superó incluso el récord del legendario artillero alemán Miroslav Klose (16) y los 15 de su compatriota Ronaldo.
Su primera Copa del Mundo con la selección mayor la disputó en Estados Unidos en 2003, pero nunca pudo llevar a Brasil a la conquista de un título inédito, aunque estuvo cerca de lograrlo en cuatro años después en el que albergó China y cuya final perdió con Alemania por 2-0 en Shanghai, tras celebrar un doblete en el triunfo por 4-0 frente a Estados Unidos en semifinales.
Combinando una técnica depurada que remite a lo mejor del fútbol brasileño de todos los tiempos con un instinto asesino frente al arco, Marta celebró 11 goles con la casaca "verdeamarela", cifra que supera por un campo a los 77 que celebró con la selección nacional el tricampeón mundial Pelé, fallecido en diciembre a los 82 años y quien en cuatro ediciones mundialistas convirtió 12 goles.
"Marta es la reina, es un ícono de este deporte", reconoce la sueca Pia Sundhage, entrenadora de la selección brasileña que con la goleadora como estandarte irá en busca de una gloria que también le resultó esquiva en cinco ediciones disputadas en los Juegos Olímpicos (logró la medalla de plata en Atenas 2004 y en Pekín 2008).
"La sola presencia de Marta es una carta de triunfo. Ella es generosa y contagia su energía", asegura Sundhage, aún cuando no confirma si la delantera arrancará como titular en la Copa del Mundo: "No lo sé todavía, pero estoy segura de que cumplirá del mejor modo desde el rol que le toque".
Marta será la veterana de una "canarinha" que se renovó y mucho respecto de la que disputó el pasado Mundial en Francia en 2019, del que Brasil se despidió en octavos de final al caer frente al combinado anfitrión por 2-1 en tiempo suplementario.
Quizás tenga revancha en este, pues compartirá zona con el combinado galo en una Copa en la que el seleccionado sudamericano tendrá muchas jugadoras que harán su debut en el Mundial tratando de ayudar a Marta a tener su propia revancha en la que la última podría ser finalmente la vencida.
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