El partido debió ser suspendido el pasado viernes 15 luego que los futbolistas de Kosovo abandonaron el campo de juego del Arena Nationala de Bucarest en el tiempo de descuento del complemento tras escuchar a los simpatizantes de Rumania entonar coros a favor de Serbia.
El tribunal de disciplina decidió entonces que la Federación de Fútbol de Kosovo (FFK) fue la responsable por la suspensión del partido, motivo por el cual le concedió la victoria por 3-0 a Rumania, que de esta manera finalizó al tope del Grupo C2 y ascendió a la segunda categoría de la Nations League.
A su vez Kosovo, cuya federación recibió además una multa de 6 mil euros por "conducta impropia de su representativo", deberá disputar un playoff por un boleto a la segunda categoría de la Nations League tras finalizar detrás de Rumania.
El partido registró 10 amonestaciones, cinco cinco tarjetas amarillas por equipo.
La UEFA también aplicó una multa de 128 mil euros a la Federación Rumana de Fútbol (FRF) por una serie de violaciones disciplinarias, mientras que la selección del DT Mircea Lucescu deberá disputar su próximo partido a puertas cerradas por los coros racistas de parte de su afición contra Hungría.
Asimismo, Rumania por los "mensajes políticos provocativos no aptos para un evento deportivo" y por disturbios registrados durante la entonación del himno kosovar.
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