Las líneas del Stelvio convencional se vuelven más marcadas por un paragolpes ávido de aire, por las branquias sobre el capó de carbono, similares a spoilers y por los cuatro escapes Akrapovic que salen en la parte inferior de la zaga, donde encontramos grupos de luces revisados ;;que trae consigo el lavado de cara.
También hay nuevos faros en la parte delantera, en concreto el Full-LED Matrix adaptativo en configuración 3+3, muy deseado por la prensa y los aficionados, y ahora por fin también en el Quadrifoglio.
Un coche que lleva con orgullo italiano, en los pasos de rueda, el símbolo utilizado por primera vez, allá por 1923, por Ugo Sivocci en el Alfa Romeo RL con el que ganó la Targa Florio.
También en la vista lateral destacan las llantas de aleación deportivas de 21 pulgadas y 5 orificios bruñidas, desde las que se vislumbran las pinzas de freno rojas.
Elegante en el color Azul Misano del ejemplar probado, el Stelvio Quadrifoglio tiene un interior rico en materiales refinados, como cuero negro y Alcantara para los asientos deportivos, que cuentan con respaldos tapizados en fibra de carbono para el conductor y el pasajero, material también utilizado para el acabado 3D en el salpicadero, en el túnel central y en los paneles de las puertas.
Detrás del volante, también tapizado en cuero y Alcántara y adornado con costuras negras e inserciones en fibra de carbono, encontramos el nuevo cuadro de instrumentos con diseño telescópico que alberga una pantalla TFT de 12,3 pulgadas que también incluye la configuración Race, donde destaca el tacómetro e información principal durante la conducción.
No faltan levas de gran tamaño para cambiar en modo manual, mientras que la interfaz HMI, que se gestiona a través de una pantalla táctil de 8,8 pulgadas y es compatible tanto con Apple CarPlay como con Android Auto, es intuitiva. Además, gracias a la plataforma Alfa Connect Services ofrece una amplia gama de servicios relacionados con la seguridad y el confort.
Bajo la piel, el Stelvio Quadrifoglio esconde un motor 2.9 V6 biturbo de aluminio que alcanza una potencia de 520 CV y ;;se combina con una transmisión automática de 8 velocidades con eje propulsor de fibra de carbono y diferencial autoblocante mecánico.
Su potencial de prestaciones se traduce en una aceleración de 0 a 100 km/h que se alcanza en sólo 3,8 segundos y una velocidad máxima declarada de 285 km/h. Gracias a la tracción total Q4 y a la acción conjunta del diferencial trasero activo, la tracción y la estabilidad son excepcionales en todas las condiciones de conducción y, con el reparto del par entre los ejes que se produce de forma inteligente e instantánea, el coche siempre está agarrado y en movimiento, estable y rápido en terreno mixto.
En el panorama general de la dinámica de un SUV que se comporta como un superdeportivo, destacan la precisión y rapidez de respuesta de la dirección y la agilidad general garantizada por una masa inferior a la de sus competidores.
Todo queda acentuado por el sonido del escape que, en el modo Race, penetra de forma cautivadora en el habitáculo.
La respuesta al mando del acelerador, una vez seleccionado este elemento, es instantánea, y el coche se vuelve aún más agudo, hasta el punto de que estaría a gusto incluso entre los bordes de una pista, gracias también a un sistema de frenado siempre activo y dispuesto a frenar su avance.
En la conducción diaria, sin embargo, el Stelvio Quadrifoglio ofrece el confort de sus hermanos menos exasperados y, como en estos últimos, acuden en ayuda del conductor sistemas de asistencia a la conducción, como el control de crucero adaptativo, el mantenimiento de carril y el control de ángulo muerto.
En resumen, el Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio es un SUV que consigue combinar de manera excelente las prestaciones de un deportivo con la practicidad y el confort de un vehículo familiar, cuyo precio parte de los 105.500 euros.
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