El análisis del organismo internacional aparece en el informe sobre el Monitor Fiscal, hace sonar la alarma sobre la deuda global e invita a los gobiernos a actuar de inmediato porque un retraso podría resultar costoso. "Según nuestras previsiones, el nivel de deuda de Italia es alto y se espera que siga aumentando. Por lo tanto, en nuestras previsiones no esperamos que la relación deuda/PIB caiga, sino que aumente", afirmó Davide Furceri. jefe de división del Departamento de Asuntos Fiscales del Fondo.
Según estimaciones de los expertos de Washington, la deuda italiana aumentará del 136,9% este año al 138,5% en 2025, para luego acelerarse aún más hasta el 140,2% en 2026 y alcanzar el 142,3% en 2029 (141,4% en 2027 y 142,0% en 2028). El déficit disminuirá progresivamente durante el mismo período de tiempo, hasta alcanzar el 3,1% en 2029.
Ni Italia ni Francia verán caer el déficit por debajo del 3% para 2029. París ha presentado ideas presupuestarias y "propuestas que van en la dirección correcta, pero esperamos una mayor claridad", observó Vitor Gaspar, jefe del Departamento de Asuntos Fiscales del Fondo.
Italia no es la única que tiene que actuar rápidamente sobre la deuda, Estados Unidos también está ahí. La deuda estadounidense - explicó Gaspar - está en una trayectoria sostenible, pero no puede seguir aumentando indefinidamente: Estados Unidos debería aprovechar la situación económica actual para abordar el problema.
"Un ajuste en Estados Unidos no solo es positivo para Estados Unidos, sino para el resto del mundo", observó.
El llamado del Fondo a los gobiernos se produce cuando la inflación se está desacelerando y los principales bancos centrales han comenzado a recortar las tasas de interés, colocando así a las economías en una mejor posición para absorber el efecto de cualquier ajuste presupuestario.
"Estoy bastante satisfecha con los avances" en materia de inflación, admitió la presidenta del Banco Central europeo (BCE), Christine Lagarde, y aseguró que la Eurotorre seguirá dependiendo de los datos en sus decisiones de política monetaria. En su intervención en el Atlantic Council, Lagarde se centró luego -en el contexto de una pregunta sobre las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China- en las barreras al comercio.
"Las barreras comerciales probablemente tendrán un efecto negativo sobre el crecimiento, creo que también podrían tener un impacto sobre la inflación", señaló. "Llegar a la conclusión de que la economía nacional se beneficiará de las barreras es forzado", sostuvo Lagardé, que tiempo atrás estuvo al frente del FMI.
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