La boda entre ITA y el gigante de los cielos alemán atraviesa un nuevo punto muerto justo en el último paso del cierre.
Esta vez la disputa gira enteramente en el eje Roma-Frankfurt, con Bruselas permaneciendo al margen a la espera de un plan final que el equipo antimonopolio de Margrethe Vestager todavía aguarda validar en noviembre, al final de su mandato.
El trabajo, aseguran varias partes, "continúa" con la convicción de que es de interés común poner en marcha la alianza.
Sin embargo, tras el enfrentamiento que tuvo lugar durante la noche, la confianza mutua parece haberse desmoronado: toda la discusión, es la posición de la empresa alemana, "se basa en elementos ya presentes en el acuerdo, nada nuevo", pero el intento de negociar a la baja fue visto por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) una afrenta y enmendarlo llevará tiempo. Aunque el plazo para entregar los documentos a la UE, fijado para el lunes 11 de noviembre.
El bloqueo llegó como un rayo cuando en Bruselas sólo esperaban el paquete con la aplicación de las medidas correctivas para no perturbar el equilibrio de los cielos ya acordado en el acuerdo celebrado el 3 de julio.
Los documentos, también fruto de nuevas negociaciones informales con la UE -incluían los contratos ya firmados por el dúo italo-alemán y sus rivales EasyJet, Air France e IAG en el marco del acuerdo para proteger a los pasajeros y la competencia en rutas de corto y largo radio considerado por la UE corren el riesgo de sufrir un monopolio y un duopolio.
Pero luego llegó el choque por un puñado de millones de euros: según se filtró de parte de algunas fuentes, la delegación del gigante encabezada por el inflexible Carsten Spohr pidió al Tesoro un descuento sobre el importe a pagar por el segundo tramo del Newco italiana tras la primera ampliación de capital (325 millones de euros), justificando la solicitud por el costo de algunas inversiones realizadas tras el pacto de alianza de 2023.
Una petición "inaceptable" a los ojos del MEF por varios motivos: todas las inversiones realizadas durante la transición, se subrayó, se decidieron de acuerdo con el gigante alemán y, por su parte, ITA mejoró su posición económica, de cara a un 2025 en el que se espera un crecimiento del tráfico aéreo para el Jubileo. De ahí la decisión de eliminar la firma.
Nadie, es el refrán que se repitió a lo largo del día entre Bruselas, Frankfurt y Roma, tiene realmente la intención de hacer fracasar la operación. Y las garantías llegaron también -aunque en secreto- del propio ministro italiano, Giancarlo Giorgetti, en persona, que estuvo ocupado en la capital de las instituciones de la UE durante el ECOFIN (Consejo de Asuntos Económicos y Financieros).
En un acto a puertas cerradas organizado por Federtrasporto, cerca del Parlamento Europeo, según reconstrucciones de los presentes, el propietario de via XX Settembre garantizó que la negociación "está en marcha" y que el gobierno se compromete a "proteger la empresa". El dosier, además, está en manos del MEF y en el Palacio Chigi hay "plena confianza" en su trabajo. De ITA, remarcó el viceprimer ministro Matteo Salvini "Giorgetti lo aborda de manera brillante".
Sin embargo, en 24 horas la tensión se hizo cada vez más fuerte y el honor de las armas tarda en llegar. En el entorno de la empresa de Colonia, que tiene su centro operativo en Frankfurt, la parada fue recibida "con sorpresa" y sigue subrayando que es "el contrato" el que habla.
Las esperanzas de éxito, sin embargo, se mantienen "en torno al 95%".
Bruselas sigue siendo espectadora, no sin una ligera consternación, después de haberse comprometido con un acuerdo político que no fue fácil de alcanzar y no estuvo exento de críticas.
A pesar del nuevo punto muerto, en el Palacio Berlaymont la esperanza sigue siendo solo una: hacer despegar el acuerdo y llegar a su cierre. También por este motivo se concederá a las partes flexibilidad -en la medida de lo posible- con respecto al nuevo plazo, y quizás definitivo del 11 de noviembre.
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