La Luna se puede tocar con la mano en el 75o Congreso Internacional de Astronáutica (IAC 2024) en Milán: no solo por la presencia de la primera muestra de suelo lunar tomada de la cara oculta de nuestro satélite por la misión china Chang'e-6, pero especialmente por la gran cantidad de proyectos y contratos que están dando forma a las futuras actividades humanas en la Luna para aprovechar las oportunidades que ofrece la economía lunar.
También en este ámbito Italia juega un papel importante: mérito de la "gran capacidad de nuestros científicos para proponer ideas innovadoras" y de "una industria nacional muy preparada, capaz de aceptar el desafío de realizar instrumentación científica de alto nivel en un entorno hostil como el espacio", comentó Barbara Negri, responsable de la Unidad de Vuelo Humano e Instrumentación Científica de la Agencia Espacial Italiana (ASI).
Basta mencionar la participación en la construcción de Lunar Gateway, la estación orbital cislunar prevista en el marco del programa Artemis promovido por la NASA.
Italia suministra componentes cruciales como el módulo habitacional I-Hab y partes del módulo de comunicación y repostaje Esprit, que se ampliará y desarrollará aún más en virtud de una modificación del contrato firmado en el IAC por la Agencia Espacial Europea (ESA) y Thales Alenia Space (Thales 67 % - Leonardo 33%).
Su optimización facilitará el mantenimiento y permitirá disponer de más espacio de almacenamiento, reduciendo los vuelos de repostaje.
Sin dejar de mirar a la Luna, nuestro país también contribuirá al programa Moonlight, lanzado en el IAC por la ESA.
El objetivo es construir una infraestructura de navegación y comunicaciones, compuesta por cinco satélites, que será construida por un consorcio europeo liderado por Telespazio.
Una vez operativo, permitirá aterrizajes precisos y autónomos, promoverá la movilidad en la superficie lunar y facilitará las comunicaciones entre la Tierra y la Luna.
Se trata de "una piedra angular del papel de Europa en las futuras actividades lunares", comenta el presidente de la ASI, Teodoro Valente.
El IAC también cuenta con iniciativas como la de la empresa de Apulia Rea Space, que ha suministrado al ASI un nuevo tipo de traje espacial equipado con un sistema de electroestimulación que equilibra el esfuerzo en la Luna para aliviar la fatiga de los astronautas.
O proyectos como el invernadero espacial desarrollado por la startup Space V del primer astronauta italiano Franco Malerba: equipado con varios planos que se pueden ajustar según el crecimiento de las plantas (para ocupar solo el espacio estrictamente necesario), pronto se desarrollará en una versión espacial más ligera para iniciar un estudio de viabilidad.
Por último, la plataforma metaverso Lunar City, que promete llevar a todo el mundo al espacio y, por supuesto, a la Luna.
Se trata de una plataforma de entretenimiento educativo ("eduentertainment") basada en tecnologías inmersivas que combinan el rigor científico con el entretenimiento típico de los videojuegos y las redes sociales.
A través de un visor de realidad virtual, permite utilizar imágenes y datos en tiempo real de misiones espaciales para sumergirse en un puerto espacial
frecuentado por otros usuarios, donde se puede socializar, jugar, llevar a cabo experimentos científicos, manipular rovers y robots para la exploración espacial, pero también ir al cine y de compras.
Lunar City nació de una idea de Next One Film Group y se desarrolló junto con Vection Technologies, Thales Alenia Space y Altec. Dentro de unas semanas también se lanzará una campaña de financiación colectiva para encontrar nuevos socios e inversiones monetarias.
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