Antiguos minerales que se formaron hace seis millones de años durante el secado del mar Mediterráneo y conocidos como evaporitas podrían contener huellas de rayos cósmicos que alcanzaron la Tierra aportando información relevante sobre la historia del universo.
Es lo que emerge de un estudio publicado en la revista Physical Review Da por un grupo de investigación del Instituto Italiano de Física Nuclear (INFN) junto a la Universidad Estatal de Milán, el Consejo nacional de investigación francés (CNRS) y la Universidad Sapienza de Roma. Según los modelos geológicos más fiables, hace seis millones de años el Estrecho de Gibraltar se cerró, causando una evaporación parcial del Mediterráneo y la formación de rocas (evaporitas), principalmente yeso y sal de roca.
Estos minerales fueron expuestos al aire o bajo una fina capa de agua hasta que el Estrecho no volvió a abrir cerca de medio millón de años más tarde. Durante este periodo de sequía, los cristales fueron constantemente bombardeados por rayos cósmicos. Analizando las lesiones presentes en estos minerales, se podría entonces estimar el flujo de rayos cósmicos de aquel periodo y encontrar evidencias de un evento cataclísmico (como una explosión de supernova) ocurrido a una distancia relativamente cercana a la Tierra antes de un centenar de años luz.
Según Lorenzo Caccianiga, investigador del INFN y primer autor del estudio, "sería interesante realizar estas medidas extrayendo muestras de estos minerales en la profundidad del Mediterráneo".
Pero no solo esto, prosigue, "sino que analizar de la misma forma minerales expuestos a rayos cósmicos durante las extinciones masivas podría ayudarnos a probar algunas teorías que identifican la causa en cataclismos como las explosiones de supernova en los alrededores de nuestro planeta". Podría surgir, añade, "incluso que un elevado flujo de rayos cósmicos haya tenido un papel crucial en las extinciones". (ANSA)
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