"Con mi hija, Galaad, y mi nieta, Mila, tenemos la inmensa tristeza de anunciarles la desaparición de mi madre, Anouk Aimée", escribió en su cuenta de instagram la hija de la actriz, Manuela Papatakis.
"Estaba junto a ella cuando esta mañana se apagó en su casa, aquí en París", agregó la hija de la actriz.
Muy popular a partir de los años 60, y un verdadero ícono en Italia y Francia, Anouk Aiméé fue protagonista de filmes de grandes directores como Federico Fellini, Claude Lelouch, Jacques Demy, Sydney Lumet, George Cukor, Julien Duvivier y muchos otros.
Había nacido en París, en 1932, y su verdadero nombre era Nicole Dreyfus.
Comenzó a filmar en los años '40, pero su carrera despegó con la "nouvelle vague", en los años '60.
Con Fellini, además de "La Dolce Vita", fue protagonista de "8 y 1/2".
"La vida es una fiesta, vivámosla juntos", dice Guido (Marcello Mastroianni) dirigiéndose a su esposa Luisa (Aimée), al final de la película ganadora del Oscar de 1964.
"Era una de las actrices más bellas del mundo, tenía ojos carismáticos y una voz profunda. No tenía que esforzarse mucho en el set, tenía una luz que era encantadora", afirmó a ANSA el director Marco Bellocchio, quien realizó una gran película con ella, "Salto al vacío", con Michel Piccoli, que les valió a ambos actores el premio en el festival de Cannes.
Para los franceses, la película que la hizo inmortal fue "Un hombre, una mujer" de Lelouch, junto a Jean-Louis Trintignant, la película ganó la Palma de Oro en Cannes (en 1966) y con la igualmente inolvidable música de Francis Lai, que le valió el Globo de Oro a la mejor actriz y una nominación al Oscar.
"Anouk, mi Nounouk, nos dejó esta mañana. Siempre ha sido una compañera de viaje, mi amiga para siempre. Ella me dio todas mis fortunas y me dijo 'sí' cuando, cuando era joven cineasta, otros me decían 'no'. Gracias a ella, sólo a ella, frecuenté la luz": ése fue el homenaje publicado en Instagram por Claude Lelouch.
"Su silueta y su gracia -prosiguió el director, de 86 años,- quedarán para siempre esculpidas en las playas de Normandía. Después de haber hecho soñar a toda la tierra, ahora hará soñar a los ángeles". A lo largo de su carrera, Anouk Aimée prestó su talento a los más grandes directores del cine franco-italiano del siglo XIX.
Quien la descubrió fue, inmediatamente después de la guerra, André Cayatte, con "Los amantes de Verona" (1949).
"Empecé con Carné, Becker, Duvivier, Bertolucci, Lumet, Altman... (Claude) Lelouche era alguien importante para mí y Fellini era el Monte Blanco. Es como mi familia. Hay algunos por parte de mi madre y por parte de su padre", dijo en una entrevista con la prensa internacional, el día en que le concedieron el Oso de Oro a su trayectoria en Berlín.
La actriz, casada con el director Nico Papatakis, el compositor Pierre Barouh y el actor británico Albert Finney, se había vuelto más discreta en los últimos años, salvo un conmovedor regreso a Cannes en 2019, para reunir a la pareja legendaria de "Un hombre y una mujer" con Trintignant, en una secuela filmada por Lelouch.
"Anouk, que lleva bien su apellido, ¡la queremos mucho!", escribió la ministra francesa de Cultura, Rachida Dati.
"Una parisina de corazón, habitante del distrito 18 y de la colina de Montmartre que tanto amaba. No olvidaremos a esta gran actriz": subrayó por su parte la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, recordando que su filmografía rápidamente tomó "una dimensión europea".
Empezando por las numerosas películas rodadas entre Roma y París, las dos capitales de Italia y Francia unidas por un hermanamiento histórico y no sólo artístico.
Para Hidalgo, la fallecida actriz "era símbolo de elegancia, talento, compromiso. Una gran actriz, pero también una ferviente militante por la protección de la naturaleza y de los animales", concluyó Hidalgo, anunciando un próximo "homenaje" en la ciudad de Anouk Aimée.
Ella fue una de sus estrellas más brillantes, que seguirá brillando en el cielo de Montmartre durante mucho tiempo.
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