El anhelado acuerdo UE- Mercosur, el cuidado del medio ambiente y las energías renovables también estuvieron presentes en la mesa de diálogo de ambos mandatarios.
"Como ya hice en la reciente cumbre del Mercosur en Asunción, reiteré al presidente italiano el interés de Brasil de concluir lo antes posible con la Unión Europea un acuerdo que sea equilibrado y contribuya al desarrollo de ambas regiones", dijo Lula. "Expliqué que el avance de las negociaciones depende de la resolución de los conflictos internos y las contradicciones de los europeos", acotó.
Mattarella habló del "significado histórico del acuerdo entre Mercosur y la UE". "Creemos que es fundamental alcanzar rápidamente esta decisión histórica que se refiere a un acuerdo entre dos grandes realidades de colaboración y paz, Mercosur y UE, en beneficio del mundo", prosiguió Lula y dijo que "es fundamental llegar rápidamente a esta decisión".
"Italia y Brasil se encuentran entre las diez economías más grandes del mundo. Dos países de esta talla deberían tener un flujo de comercio e inversiones acorde con su riqueza. Nuestro flujo comercial, de alrededor de 10 mil millones, acaba de regresar a los niveles de hace una década. Compartí con el Presidente Mattarella el deseo de diversificar nuestro comercio y aumentar las exportaciones brasileñas", deslizó luego.
"Junto con el Presidente Lula hemos visto cómo la excelente evolución de las relaciones bilaterales debe ser para nuestros países no solo un motivo de satisfacción por los objetivos alcanzados, sino, sobre todo, un estímulo para profundizar aún más las colaboraciones, extendiéndolas a todos los ámbitos de interés común", dijo el mandatario italiano.
"Esto ciertamente se aplica a las relaciones comerciales.
Las empresas italianas contribuyen al crecimiento económico de Brasil, tanto en los sectores maduros como en los campos más avanzados y de mayor valor agregado. Este es un compromiso de las empresas italianas que pretendemos apoyar y alentar", destacó Mattarella.
"Luego quisieron subrayar la amplitud de las colaboraciones en el campo cultural, un espacio interminable en el que han nacido iniciativas históricamente importantes. Existe una relación de atracción mutua que es fruto de la fascinación que la cultura brasileña ejerce sobre nosotros, los italianos", amplió y resaltó un ejemplo vital.
"Por ejemplo, la profunda amistad que se estableció entre dos protagonistas de la poesía del siglo XX: Vinicius de Moraes y Giuseppe Ungaretti. La Bossa Nova y la Samba, de la que Vinicius fue literalmente embajador ante el mundo y recibido en Italia con gran favor, influyendo en nuestros músicos e inaugurando una temporada de fructíferas colaboraciones artísticas que aún continúan", deslizó Mattarella.
Lula también desperdigó elogios. "El Presidente Mattarella llega a Brasil por primera vez en un momento particularmente propicio. Esta visita representa la culminación de 150 años de inmigración italiana, que unió para siempre las trayectorias de nuestros países", deslizó el presidente brasileño desde el Palacio Planalto.
"Quiero agradecer públicamente al gobierno italiano la ayuda que ha brindado al sufrimiento del pueblo brasileño en el Estado de Rio Grande do Sul (impactado por las inundaciones, NDR). Puede estar seguro, Presidente, de que ha sido de gran valor e importancia, y estoy seguro de que el pueblo brasileño estará eternamente agradecido al pueblo italiano por su generosidad", afirmó Lula.
El 2024 "es un año especialmente significativo para las relaciones bilaterales. El primer aniversario que quisiera recordar es el 150 aniversario de la migración italiana a Brasil, los primeros inmigrantes italianos encontraron aquí acogida y oportunidades de vida, al igual que muchos otros que llegaron más tarde aquí en este país grande y acogedor", recalcó Mattarella.
"El segundo aniversario se refiere al desembarco en Italia, hace exactamente ochenta años, el 16 de julio de 1944, de la Fuerza Expedicionaria Brasileña que luchó junto a los aliados.
Expresé al Presidente Lula el agradecimiento de la República Italiana por la contribución de Brasil a la liberación de Italia del fascismo y del nazismo", prosiguió.
"El presidente Lula y yo también discutimos las presidencias contextuales del G7 y del G20. Hay muchas sinergias entre Brasil e Italia con respecto a cuestiones destinadas a permanecer en el centro de la agenda política global. Estoy pensando en el cambio climático, la transición energética, a la seguridad alimentaria, al compromiso indispensable para superar las desigualdades, son cuestiones que definen nuestro presente y determinarán el futuro de las generaciones venideras", destacó luego Matttarella.
"Como presidentes del G20 y del G7 respectivamente, Brasil e Italia tienen la oportunidad de liderar la búsqueda de soluciones a problemas comunes", coincidió Lula.
"En lo que respecta a Medio Oriente, Brasil e Italia comparten la condena de los horribles ataques perpetrados por Hamás el 7 de octubre. Italia también está profundamente preocupada por el inmenso sufrimiento que sufre la población civil de Gaza, que tiene un número inaceptable de víctimas, incluso nuestros países apoyan la solución de los dos Estados", graficó Mattarella.
"La guerra en Ucrania y el conflicto en Gaza demuestran que renunciar al diálogo y a la diplomacia tiene consecuencias desastrosas", completó.
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