Así lo reveló el jefe de asuntos internacionales del Ministerio de Ciencia chileno, Gonzalo Arenas, en declaraciones al diario local La Segunda. "Ya pasamos las etapas más complejas del proceso. En marzo deberían aprobarnos y entre mayo y abril podríamos firmar el acuerdo para ser país asociado", detalló Arenas. "Posteriormente a la firma, ese acuerdo debería ser enviado al Congreso para su aprobación por ser tratado internacional", adelantó. El proceso, iniciado en 2023, está en la etapa en que el Gobierno responderá en enero a la propuesta de acuerdo enviada por la organización.
Chile, de ser aceptado, se sumará a los otros socios: Brasil, el único latinoamericano, Croacia, India, Letonia, Lituania, Turquía y Ucrania. Ser socio supone un pago anual de 2 millones de dólares y permite la contratación de profesionales y técnicos chilenos puedan ser contratados, la transferencia tecnológica y abre la opción a licitaciones.
Solo el año pasado se licitaron 200 millones de dólares, señala el periódico. Otro de los beneficios es que el CERN genera patentes y conocimientos específicos y los socios tienen acceso a ellos. En el escalón más alto están los Estados miembros, que suman 24: Italia, Francia, Alemania, Suecia y Reino Unido, entre otros, y acaba de incorporarse Estonia.
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