"Hace unos minutos se escucharon fuertes explosiones en las cercanías de Teherán", afirmó un presentador de la televisión estatal, y añadió que "su origen no está claro".
Un periodista de la AFP presente en el centro de Teherán confirmó haber oído varias explosiones. El ejército israelí anunció recién que estaba llevando a cabo "ataques de precisión" contra objetivos militares en Irán "en respuesta a meses de continuos ataques" por parte de la República Islámica.
"En respuesta a meses de continuos ataques del régimen iraní contra el Estado de Israel, el ejército israelí está llevando a cabo actualmente ataques selectivos contra objetivos militares en Irán", dijo el ejército en un comunicado.
Irán disparó alrededor de 200 misiles contra Israel el 1 de octubre, incluidos varios misiles hipersónicos por primera vez.
Israel había prometido hacer pagar a Irán por este ataque.
Los ataques se producen en un contexto de tensiones regionales exacerbadas desde hace un año por la guerra en Gaza entre Israel y Hamás palestino, y por su extensión al vecino Líbano, donde el ejército israelí se enfrenta a Hezbolá.
Estos dos movimientos islámicos se oponen a Israel y cuentan con el apoyo financiero y militar de Irán, que ha hecho del apoyo a la causa palestina uno de los pilares de su política exterior desde la fundación de la República Islámica en 1979.
Los impactos de los misiles iraníes del 1 de octubre fue presentado por Teherán como represalia por los ataques israelíes en el Líbano, que costaron la vida al general iraní y líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, a finales de septiembre. Este último, que lidera el movimiento libanés desde hace más de treinta años, ha mantenido estrechos vínculos con Irán.
Los funcionarios iraníes también justificaron esta operación como una respuesta al asesinato en su territorio, atribuido a Israel, de Ismaïl Haniyeh, entonces líder de Hamás.
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