Fue el bote patrulla "'Talia" el que llegó hasta la lancha neumática, avistada a la deriva a 97 millas náuticas de Arrecife, en Lanzarote, tras 5 horas de navegación. Uno de los tripulantes tomó una fotografía del bebé desnudo, en brazos de su madre, desplomada en la proa, que mientras tanto lo había parido, rodeado por el resto de los migrantes, como para proteger el milagro de nueva vida en las condiciones extremas.
Inmediatamente el capitán del bote patrulla, Domenico Trujillo, que ya había rescatado en 2020 a otra migrante que había dado a luz durante la travesía, avisó al Centro de Operaciones de Canarias, que envió un helicóptero sanitario para evacuar a la mujer con el recién nacido hasta el aeropuerto de Lanzarote y, de allí, al hospital de la isla, donde madre e hijo están hospitalizados desde el 6 de enero y se encuentran bien.
La imagen publicada hoy por Salvamento Marítimo en su cuenta de X provocó una avalancha de comentarios en las redes sociales, que van desde la indignación hasta la conmoción. Y después de que en 2024 desembarcaran en las costas ibéricas alrededor de 61.000 personas, de las cuales 46.000 en las Islas Canarias, el nuevo año comenzó con más de 2.000 personas llegando al archipiélago. Ellos son los afortunados que lo lograron, ya que más de 10 mil personas murieron durante la travesía el año pasado, según estimaciones de la ONG Caminando Fronteras, que recopila informes de familiares de migrantes desaparecidos durante odiseas en el mar.
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