En un comunicado, la ONG subraya que los equipos de la organización están intentando llevar combustible al hospital Nasser y Al Aqsa, así como una solución temporal durante las próximas 36-48 horas.
A partir de hoy, miércoles 8 de enero, la electricidad en el hospital Nasser, apoyado por MSF, podría verse cortada en algunos departamentos, dejando a los pacientes sin tratamiento que les salve la vida. En la unidad de cuidados intensivos neonatales, MSF trata actualmente a 3 niños y 4 recién nacidos con ventilación mecánica, así como a 15 neonatos que están en incubadoras, todos ellos dependientes de la electricidad proporcionada por generadores que funcionan con combustible.
Se trata de una situación catastrófica que podría tener consecuencias trágicas y graves, ya que es poco probable que la situación mejore. MSF pide a todas las partes que faciliten la entrada de combustible a Gaza y garanticen su entrega segura a las instalaciones médicas.
"El desmantelamiento del sistema sanitario en Gaza debido al bloqueo israelí, que pone en peligro la vida de las personas, debe cesar inmediatamente", afirmó la organización en el comunicado.
"Sin combustible, estos recién nacidos corren el riesgo de morir. Los bebés en incubadoras necesitan electricidad constante para los ventiladores que los mantienen con vida. Ya se encuentran en un estado extremadamente vulnerable y cualquier traslado a otros hospitales pondría directamente en peligro sus vidas", dijo Pascale Coissard, coordinadora de emergencias de MSF en Gaza.
"Poner en riesgo la vida de los niños de esta manera es inaceptable y es una consecuencia del actual bloqueo de Israel y del continuo saqueo criminal de suministros vitales", añadió.
En el Hospital Nasser, que tiene una capacidad de 500 camas, los equipos de MSF brindan atención de emergencia, apoyan la maternidad, la pediatría y asisten a pacientes con quemaduras y traumatismos. Proporcionar oxígeno es una de las principales necesidades de combustible para el hospital.
Los equipos de MSF tratan un promedio de más de 100 casos de neumonía al mes, algunos de los cuales requieren oxígeno. Al mismo tiempo, los equipos de MSF realizan más de 100 cesáreas al mes, operaciones que requieren un suministro constante de electricidad.
"Es una situación imposible porque, incluso si utilizamos el poco combustible que queda para los casos más urgentes, sabemos que no durará más de 36 a 48 horas. Si bien algunos pacientes penden de un hilo, la prolongada falta de electricidad tiene un impacto en el nivel de atención que podemos brindar a quienes sufren quemaduras y traumatismos", sostuvo Julie Faucon, jefa del equipo médico de MSF en Gaza.
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