El resultado de la votación, en la que participaron también los diputados de Hezbolá, había sido ampliamente anunciado.
Sobre todo a la luz de los recientes y clamorosos cambios regionales que determinaron la derrota de hecho de todo el frente pro-iraní en favor del eje estadounidense-israelí: el debilitamiento significativo de Hezbolá y su aliado iraní en la guerra con Israel; y la disolución, en la vecina Siria, del poder encarnado desde hace medio siglo por la familia Assad, durante décadas dominante en el Líbano y aliada propia de la República islámica y del movimiento chiita libanés.
Israel fue el primer país de la región en felicitarse por la elección de Aoun.
El ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Saar, expresó su deseo de que este desarrollo contribuya a la "estabilidad" y a las "buenas relaciones entre países vecinos".
El enviado especial de Estados Unidos, Amos Hochstein, dijo en Beirut hace unos días precisamente para presionar a las élites libanesas en favor de Aoun que su elección "es un paso hacia la paz y la estabilidad" del Líbano.
Líbano e Israel han estado en guerra desde su nacimiento hace más de 70 años.
Desde octubre de 2023 y después de más de un año de prolongado intercambio de fuego entre Hezbolá y el ejército israelí, el pasado otoño el Líbano fue devastado por una escalada militar israelí sin precedentes contra el Partido de Dios, matando a más de 4.000 personas y obligando a más de un millón de personas a abandonar sus hogares.
"Prometo reconstruir todo lo que la agresión israelí ha destruido en todo el Líbano", dijo Aoun en su discurso inaugural ante el parlamento.
El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que la elección de Aoun "abre el camino a las reformas, al restablecimiento de la soberanía y a la prosperidad del Líbano".
Por su parte, Aoun confirmó que quiere encarnar la transformación en curso: "Líbano entra en una nueva era", dijo.
"Necesita cambiar la visión política... hay que cambiar nuestra idea de Estado", añadió refiriéndose, entre otras cosas, a la necesidad de "imponer el monopolio de las armas" en detrimento de grupos armados no estatales como Hezbolá.
El presidente de la República es también comandante de las fuerzas armadas.
"Discutiré una estrategia de defensa para que el Estado, y subrayo la palabra 'Estado', se oponga a la invasión israelí", dijo, oponiéndose así a la presencia de Hezbolá como actor armado de resistencia a Israel.
Irán, aliado del movimiento chiíta, se limitó a un comentario de tono suave, esperando que los dos países "colaboren en los intereses comunes".
Mientras se espera que el nuevo gobierno inicie las consultas para la formación del tan esperado nuevo gobierno de Beirut, Aoun también se expresó sobre la espinosa cuestión siria, declarándose dispuesto a discutir en igualdad de condiciones con las nuevas autoridades de Damasco los expedientes más candentes entre los dos países.
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