Y solo podía ser su marido, el heredero al trono William, quien acompañó la fotografía emblemática con una dedicatoria, realizada en blanco y negro por Matt Porteous en Windsor el verano (boreal) pasado, mostrando su amor y, al mismo tiempo, reconociendo el gran coraje de la princesa definida como "la más increíble de las esposas y madres". Y de nuevo: "La fuerza que has demostrado durante el último año ha sido excepcional.
George, Charlotte, Louis y yo estamos muy orgullosos de ti.
Feliz cumpleaños, Catherine, te amamos. W.".
Un post apreciado por tantísimos entre seguidores y súbditos, que contribuyeron enviando sus augurios como también, en forma paralela, publicado por el Palacio de Buckingham, a nombre del rey Carlos III y la reina Camilla, con "buen cumpleaños" y otra imagen de la princesa, tomada el día de Navidad en Sandringham, Norfolk, donde los Windsor, como es tradición, transcurrieron las festividades en la finca real sobre la costa inglesa.
William y Kate permanecieron en su casa de campo hasta hace algunos días, para luego volver a Adelaide Cottage, residencia habitual cercana al castillo de Windsor. Y justamente allí transcurrieron esta jornada tan importante en nombre de una rutina diaria recuperada, con escuela para los niños, seguida de celebraciones todo en familia y sin eventos públicos.
Y pensar que exactamente un año atrás, en estos días, Kate se hallaba en una clínica de Londres donde fue sometida a una larga y delicada intervención quirúrgica abdominal destinada a revelar -a distancia de algún tiempo- el diagnóstico de cáncer, paralelo, por lo demás, al que llegó a Carlos III en estos días terribles.
Para la futura reina comenzaron así los meses de curaciones y de reposo y luego la vuelta, en forma gradual, a los compromisos dinásticos luego del anuncio del fin de la una pesada quimioterapia de vasto alcance en un video emotivo capaz de consolidar ulteriormente la popularidad.
Hasta ahora se limitó racionar sus apariciones con una agenda mucho más ligera que la que caracterizó el regreso de la soberana a escena. Si creemos en las fuentes anónimas de la corte citadas por los tabloides, las previsiones para 2025 siguen siendo de un retorno parcial, con compromisos públicos más asiduos, pero hasta cierto punto.
La experiencia de la enfermedad, afirman estas fuentes, dejó huellas y cambió su visión de los ritmos y prioridades de la vida, mientras que el propio estado de salud sigue estando sujeto por ahora a las precauciones, verificaciones y controles necesarios.
La prueba la encontramos en la tarjeta de Navidad virtual distribuida por la princesa junto a William en las redes sociales, en la que se utilizó una imagen extraída del vídeo al final de la quimioterapia con el mensaje "de la oscuridad puede nacer la luz".
Sin embargo, otros medios especulan que el palacio podría al menos anunciar pronto un futuro viaje al extranjero con el heredero al trono, el primero desde el infierno. El último se remonta a hace 14 meses, cuando Kate representó al Reino y a los Windsor en Francia en el Mundial de Rugby, en octubre de 2023: como decir, hace una vida.
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