Y para reiterar su apertura -cautelosa y basada en hechos- hacia las nuevas autoridades de Damasco, empezando por la cuestión de las sanciones: "La situación en el país ha cambiado, así que tenemos que ver si la actitud de la UE también cambia", dijo el viceprimer ministro.
El formato Quint es un grupo informal de toma de decisiones formado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia.
Tajani subrayó que Italia está "interesada y dispuesta" a "tomar medidas para abrir un debate sobre la cuestión". Porque "ya no está Assad, hay una nueva situación y creo que las señales alentadoras que llegan" de Damasco "deben ser alentadas aún más".
Las palabras de Tajani coinciden con los deseos del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que en una llamada telefónica con la primera ministra, Giorgia Meloni, pidió a Roma "liderazgo" en el levantamiento de las medidas contra Siria como paso fundamental para la reconstrucción del país.
"También hablaremos de ello con la Alta Representante (de la Comisión Europea, Kaja) Kallas, con los interlocutores de Bruselas", aseguró Tajani, que reunió en Villa Madama, además de a Kallas, al secretario de Estado saliente de Estados Unidos, Antony Blinken, al ministro británico de Exteriores, David Lammy, y a altos cargos de Francia y Alemania.
Una reunión que no es más que el último paso de un activismo sobre Siria, aquel del Quint, del que fue testigo la misión franco-alemana enviada el 3 de enero a Damasco, bajo mandato de la Unión Europea (UE).
Es la premisa de la misión en Damasco en la que el viceprimer ministro se reunirá con el nuevo líder Ahmed Hussein al-Shar'a ;, más conocido por su nombre de guerra Abu Mohammad Jolani, "pero también con el ministro de Asuntos Exteriores, la sociedad civil y los cristianos".
El objetivo "es tener una Siria estable, la unidad territorial y que todos sean reconocidos como ciudadanos con iguales derechos y deberes", añadió el ministro, según el cual "los primeros mensajes desde Damasco son positivos. Por eso estaré ahí para alentar una nueva etapa".
Bajo la lente de la reunión de Roma terminó ante todo el trabajo del gobierno de transición y los desafíos en vista de la Conferencia de Diálogo nacional, anunciada por las autoridades de facto.
En este marco, el objetivo italiano es contribuir a favorecer una transición pacífica e inclusiva en Siria, un compromiso que Tajani también subrayó en la llamada telefónica con su homólogo turco, Hakan Fidan.
A sus colegas del Quint, Tajani subrayó la necesidad de mantener una coordinación para orientar este proceso de transición, que debe ser gestionado por los sirios pero que debe responder a principios fundamentales.
Según Italia, las aperturas de los nuevos líderes deben traducirse en políticas concretas. La protección de todas las minorías y el respeto de los derechos sociales, religiosos y políticos, incluidos los derechos de las mujeres, son relevantes en este sentido. Un tema que también ha destacado Meloni en la llamada telefónica con Erdogan, al que le expresó el deseo de que este nuevo capítulo en Siria "asegure plenamente la integración de todos los componentes de la sociedad" del país.
Para una transición eficaz, es necesario preservar la integridad territorial de Siria y poner fin a las hostilidades en el noreste, subrayó Tajani, que ve en la idea de integrar a las milicias kurdas desarmadas en las fuerzas armadas sirias "una solución positiva para fortalecer la unidad del país".
Además, sigue siendo prioritario evitar el colapso económico del país: en este sentido, se espera durante la visita de Tajani a Damasco el anuncio de "un primer paquete de intervención de la cooperación al desarrollo", con la participación de las organizaciones de la sociedad civil italiana.
Por último, en el tema de los refugiados, el compromiso italiano está dirigido a promover una estrategia compartida para acompañar el regreso seguro, digno y sostenible de los sirios a su país.
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