El campo experimental se extiende sobre un área de aproximadamente 300 metros cuadrados y alberga 21 plantas de Coffea arabica de diferentes edades y variedades (Heirloom, Caturra, Pacamara, Catuai, Bourbon rojo, Bourbon amarillo), representativas de los países del llamado Cinturón Cafetero, la zona del mundo encerrada entre los dos trópicos donde nace y se cultiva el café.
Otro centenar de plantas, sin embargo, se encuentran en el vivero de Serra Carolina, esperando crecer y encontrar un hogar al aire libre.
A finales del siglo XIX llegaron al Jardín Botánico de Palermo algunos cafetos provenientes de Etiopía y Somalia y fueron conservados en la Sierra Carolina.
En los primeros años
del siglo XX se decidió emprender el experimento de cultivar
café en Sicilia al aire libre, con el objetivo de liberar a
Italia de la dependencia de los flujos comerciales exteriores y
allanar el camino para una nueva "Ruta del Café" por completo
italiano, como los anteriores para cítricos y algodón.
"Un primer intento de cultivar café al aire libre lo
hicieron el director del Jardín Botánico de Palermo, Antonino
Borzì, y el jardinero jefe Vincenzo Riccobono, que plantaron 25
plantas de café en 1905 - explica Rosario Schicchi, directora
del Jardín Botánico de Palermo-.
Aunque las plantas estaban
situadas cerca de un muro orientado al sur y protegidos por un
dosel construido con follaje, no pudieron superar las
temperaturas invernales que prevalecieron durante algunos años y
que alcanzaron valores inferiores a -3 grados".
Se hizo otro intento en 1911, pero incluso entonces una ola
de heladas destruyó los cafetos.
En la década de 1940 se plantaron en el interior de la
majestuosa Sierra Carolina algunos ejemplares de Coffea arabica
de la variedad Amami y otras variedades silvestres del Cuerno de
África, que lograron adaptarse perfectamente, alcanzando con el
tiempo una altura que ronda los 3 metros.
Estas plantas todavía se pueden admirar en el invernadero.
El cultivo en el Jardín Botánico está en continuidad con el
proyecto de cultivo de café autóctono siciliano llevado a cabo
por Morettino, en colaboración con el Jardín Botánico-SiMuA y el
Departamento de Ciencias Agrícolas, Alimentarias y Forestales de
la Universidad de Palermo.
Se trata de un experimento que nació de la visión de Arturo
Morettino hace más de treinta años, quien plantó algunas
semillas donadas por el Jardín Botánico de Palermo.
A lo largo de los años, esas semillas han dado vida a más de
200 plantas que hoy forman parte de la plantación experimental
Morettino en el distrito de San Lorenzo ai Colli y de otros
campos experimentales en zonas especialmente adecuadas de la
isla, de donde es producido el primer café 100% siciliano.
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