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Un español enviado de la OTAN para el Sur, Italia brama

Roma contra Stoltenberg, podría haber reapertura con Rutte

BRUSELAS, 19 julio 2024, 18:50

Por Enrico Tibuzzi

ANSACheck
Giorgia Meloni. Enojo de Italia con la OTAN por el enviado para el Sur - TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

Giorgia Meloni. Enojo de Italia con la OTAN por el enviado para el Sur - TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

La última medida precipitada del secretario general saliente de la OTAN, Jens Stoltenberg, que eligió al español Javier Colomina como representante especial para los países del flanco sur, principalmente los del Mediterráneo, suena como un desaire a Italia, que había trabajado durante mucho tiempo en esa posición estratégicamente crucial y se estaba preparando para presentar su propio candidato.
    La reacción del Gobierno, que en cualquier caso considera provisional y aún no formalizada la decisión adoptada por el Consejo Atlántico el pasado martes, no se hizo esperar.
    Fuentes ejecutivas en Roma expresaron "fuertes dudas" sobre el nombramiento del enviado "personal" de Stoltenberg, poco más de dos meses antes de la expiración de su mandato.
    Y esto mientras en Bruselas se nos recuerda que la decisión de nombrar un enviado especial de la OTAN para el Sur se tomó la semana pasada en la cumbre de Washington, después de una larga fase de investigación preliminar.
    En aquella ocasión, Italia había indicado claramente que aspiraba a ese puesto y en las reuniones mantenidas con Stoltenberg nada hacía pensar en una elección tan rápida a favor de un español que ya era subsecretario general para asuntos políticos de la Alianza.
    En una carta enviada a Stoltenberg por el representante permanente de Italia ante la OTAN, el embajador Marco Peronaci, se lee que "las autoridades italianas se enteraron del momento de la decisión con gran sorpresa y decepción".
    Y se recuerda que "para ser eficaz, la política de la OTAN hacia el Sur requiere un enfoque renovado, no un cambio de nombre".
    La carta subraya también, sin cuestionar las prerrogativas del secretario general, "la ausencia de una consulta adecuada con los aliados" sobre una decisión tan estratégica.
    En realidad, la medida de Stoltenberg es sólo la última de una serie de nombramientos y ascensos realizados al final de su mandato y después de él, que causaron bastante descontento entre los aliados.
    Una tendencia, en efecto, que fue criticada por varios países socios y que, para muchos, recompensó a algunos fieles con ascensos realizados sin seguir las prácticas habituales de competencia.
    La decisión del secretario general saliente tampoco le gustó en absoluto a la premier italiana, Giorgia Meloni, quien habría manifestado su protesta directamente a Stoltenberg al margen de la reunión de la Comunidad Política Europea (CEP) celebrada el pasado jueves en Woodstock, en el Reino Unido. Sin embargo, Italia no da por cerrado el partido.
    Mientras tanto, Stoltenberg señaló a Colomina como "su" representante y no como "el" representante de la OTAN, una diferencia sutil pero significativa en el lenguaje de una diplomacia que siempre es muy cuidadosa con las palabras utilizadas.
    Pero, sobre todo, el próximo 1 de octubre, cuando asuma el cargo, podría reabrir el juego el nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quien habría asumido un compromiso político con Meloni para tomar en consideración una candidatura italiana que el golpe de Stoltenberg no dio tiempo a presentar.
    Por lo tanto, se volverá a hablar del tema tras la pausa del verano boreal, cuando Roma vuelva a asumir el papel gracias al apoyo que varios socios, añadieron fuentes cercanas al asunto.
   

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