El episodio se produjo el domingo, pero trascendió solo hoy, cuando los turistas estaban descendiendo en el teleférico 'Freccia nel Cielo' desde los 3.244 metros de la montaña Tofana di Mezzo.
Entre los pasajeros hubo quienes lloraron, quienes comenzaron a rezar: "Todos comenzamos a pensar en la muerte", dijo un turista romano que estaba a bordo, "algunos estaban haciendo videollamadas a sus familiares, otros lloraban, mi hija temblaba".
El desenganche de la cabina, según la reconstrucción de la sociedad operadora, activó el freno de emergencia, pero la cabina osciló violentamente, golpeando y rebotando varias veces en el vacío.
"No existió el riesgo de que golpearan contra la roca o contra la estación", informó Roberto Rimoldi, responsable de la estructura.
"El sistema está diseñado precisamente para evitar que eso ocurra. El golpe sentido por los pasajeros probablemente fue el choque contra los amortiguadores: son parachoques que , tienen resortes para amortiguar los golpes".
Los 30 pasajeros, dos tercios de ellos extranjeros, difícilmente olvidarán esos largos minutos en los que el operador presente en la cabina trató de tranquilizarlos, explicando que el segundo motor del sistema devolvería la cabina a un lugar seguro.
"Pero después de toda esta explicación", continuó el turista romano, "el teleférico volvió a funcionar y volvimos a 'caer' al vacío sin carga. Esto ocurrió una tercera vez. Incluso el operador ya no sabía qué decir, trató de mantener el control, pero no fue fácil para él. Lo hizo bien".
Los problemas comenzaron por la mañana debido a las tormentas en el área de Ampezzo. La empresa de teleféricos ya había cerrado temporalmente, por precaución, los equipos de los tres tramos de Freccia nel Cielo: el primero va desde el área de estacionamiento de Cortina a Col Druscié (1778 metros), el segundo a Ra Valles (2470 m), y el tercero hasta Tofana di Mezzo (3.244 m), desde donde se puede admirar un paisaje impresionante.
El inconveniente con la cabina de los 30 turistas ocurrió durante la fase de descenso desde la cima de Tofana, alrededor de las 16:00. "Había mucha electricidad en el aire", explicó Rimoldi, "y tuvimos detenciones repentinas de la cabina al partir. En el momento en que partimos, esta electricidad quemó un fusible eléctrico y el teleférico se detuvo. Entonces cambiamos al modo de accionamiento de reserva, utilizando el motor de repuesto para devolverlos a la estación, siguiendo el procedimiento".
Los turistas fueron devueltos a la estación de partida mediante una maniobra lenta y segura. El operador comprendió naturalmente el miedo de los pasajeros. "Pero en realidad", aclaró, "nunca estuvieron en peligro de vida".
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