El líder húngaro lo puso sobre la mesa casi por sorpresa, en una conferencia de prensa, junto a Edi Rama, coprotagonista del muy discutido modelo albanés sobre repatriaciones.
Orban jugó de local y no podía dejar de aprovechar la oportunidad para proponer la "inmigración ilegal" como uno de los principales problemas de Europa.
Un tema sobre el que, como era de esperar, muchos encuestadores subrayan como un factor decisivo para el triunfo en las elecciones estadounidenses de Trump.
El tema de los migrantes no fue el principal de la cumbre de la Comunidad Política Europea, pero sí estuvo en la agenda.
De hecho, ocupó uno de los paneles temáticos en los que, en pequeños grupos, los dirigentes se reunieron a última hora de la tarde.
Meloni estaba en el panel, con Orban, el primer ministro austriaco Karl Nehammer y, entre otros, la presidenta de la Cámara Europea, Roberta Metsola, y el primer ministro checo, Petr Fiala.
Fuentes oficiales no confirmaron que Meloni, en esa mesa, haya hablado de los últimos acontecimientos que, en relación con el caso de los inmigrantes en Albania, enfrentó al gobierno y al poder judicial.
Pero Orban sí se encargó de hablar.
"Tenemos una Constitución y tenemos algunas leyes basadas en la Constitución en materia de inmigración. Al mismo tiempo, hemos sido reprendidos por la Comisión y el Tribunal de la UE.
Han decidido que lo que estamos haciendo no está bien y, por lo tanto, tenemos que pagar y tenemos que cambiar las leyes ", subrayó el primer ministro húngaro.
En diciembre, en el Consejo Europeo formal que se realizará en Bruselas, se volverá a hablar del tema.
La Comisión, hasta ahora, se mostró más abierta a las repatriaciones según el modelo italiano.
Pero hasta que Bruselas dé a luz una nueva directiva -en junio de 2025, según las previsiones- se aplicarán las normas europeas de 2013, que dejan poco margen de acción para reforzar la seguridad.
Por otra parte, la impresión es que, con Trump en la Casa Blanca, Ursula von der Leyen querrá dar prioridad a otros temas.
Pero el impulso soberanista se está sintiendo.
Y Meloni, a quien von der Leyen eligió como interlocutora privilegiada en el mundo de la derecha europea, no tardará en volver a la carga.
Encontrando, sin embargo, a Francia y Alemania en orillas diferentes.
Y la crisis del gobierno alemán y el efecto dominó del regreso de Trump tal vez no faciliten las convergencias.
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