Kamala Harris aún no piensa en el futuro: La herida de la derrota aún está demasiado fresca para permitirle mirar hacia adelante con claridad. Amigos y asesores informan que formular hipótesis sobre el camino que tomará es prematuro, pero la vicepresidenta podría tener varias opciones para elegir una vez que llegue el momento.
La posibilidad de que siga en política es la más remota. Por el momento, incluso pensar en su nueva nominación en las elecciones de 2028 parece un espejismo, considerando la facilidad con la que ganó Donald Trump.
Pero cuatro años en política es una eternidad, y Harris tiene acceso a una vasta red de donantes que, si el mandato del presidente electo resulta caótico, tal vez podrían apoyarla nuevamente mientras intenta hacer realidad su sueño de romper el techo de cristal.
Es poco probable que Harris, informa el New York Times, decida presentarse nuevamente al Senado: los dos senadores que representarán a California acaban de ser elegidos y es poco probable que se vayan pronto.
En su estado, Harris podría aspirar a convertirse en gobernadora, retomando el legado de Gavin Newsom si decide, como se rumorea desde hace tiempo, salir al campo en 2028.
Entre los cargos institucionales hay quienes sueñan con que Joe Biden la nomine a la presidencia de la Corte Suprema antes de su despedida de la Casa Blanca. Una hipótesis irrealizable dado que los demócratas primero tendrían que convencer a la jueza Sonya Sotomayor de que se vaya y luego apretar el acelerador para confirmar a Harris antes del 20 de enero.
Las hipótesis que, de momento, más acreditadas entre sus aliados son el sector privado, incluso en calidad de lobbyista, o su entrada en un think tank donde tendría la posibilidad de perseguir sus causas sin las restricciones impuestas por el papel como vicepresidente de Biden.
Harris también podría optar por escribir un libro, a raíz de lo que hizo Hillary Clinton en 2016 tras su derrota ante Donald Trump.
Lo que parece seguro es que la vicepresidenta, tras pasar estos últimos 70 días en la Casa Blanca, se tomará un tiempo para sí misma y para reflexionar sobre sus próximos movimientos.
Poco antes de la votación, concretamente el 27 de octubre, Harris había dejado claro que entre sus planes postelectorales figuraría "ganar algunos kilos".
"Me están agotando", bromeó al referirse a la intensa campaña electoral y sin saber lo que le esperaba unos días después.
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