La cuestión no está en la agenda de los 20 pero es aquella más delicada por resolver: mientras los líderes protagonistas de la cumbre de Río de Janeiro discutirán la lucha contra la pobreza, la transición energética y la postura internacional sobre las dos guerras, Giorgia Meloni buscará junto a sus socios europeos desentrañar el impasse que corre el riesgo de retrasar, si no arruinar, el establecimiento de una nueva Comisión Europea.
La urgencia de dar una nueva guía a Europa, con la nueva presidencia de (Donald) Trump a las puertas, y de "no perder el tiempo", se siente en las Cancillerías del Viejo Continente.
"Queremos que la Comisión entre en funciones el 1 de diciembre", afirma el líder del Partido Popular, Manfred Weber, en un llamamiento a dejar de lado los "juegos partidistas". "Y con aquello que sucede "en Estados Unidos, Ucrania, Medio Oriente y China", añade el viceprimer ministro italiano Antonio Tajani, que también trabaja para recomponer posiciones en el seno del PPE. Pero los vetos cruzados están poniendo en riesgo la nueva arquitectura europea y creando más de una preocupación, no sólo para el gobierno italiano.
Aún no hay citas oficiales en la agenda, pero la cumbre de Río, según quienes conversaron con ella, podría ser una oportunidad para que Meloni se reúna en persona, en primer lugar, con Ursula von der Leyen, para tener garantías acerca de la cartera de Raffaele Fitto, el comisario designadopor Italia que la alemana quería entre sus seis vicepresidentes ejecutivos para el segundo mandato. Una postura, la de la ministra italiana, que está muy entrelazada con la de la socialista Teresa Ribera, en la parrilla del PP en España tras el aluvión en Valencia.
El viceprimer ministro de Pedro Sánchez, -incluso en Río entre los invitados de Luiz Ignazio Lula da Silva- es esperado el miércoles por la mañana ante el Parlamento español, una cita que podría marcar un hito de cara a la votación en la Eurocámara sobre los 6 vicepresidentes, todavía sub judice.
Se trata de un juego "entre populares y socialistas", todo depende del control de los populares sobre Ribera, expresan los melonianos que, en cualquier caso, trabajan desde hace días en Bruselas en la diplomacia para ampliar el consenso sobre Fitto, si no se halla la cuadrilla de los dos tercios entre los jefes de grupo y de se debiera ir al voto secreto en comisión (de momento ya habría un voto de diferencia).
Su vicepresidencia "es sólida", manifiestan los partidarios de la primera ministra, también a la luz de la reunión del comisario designado con el presidente de la República, Sergio Mattarella. Pero aún así, se observa, hay que buscar garantías, incluso en las filas de Renew: los liberales, además, necesitan el apoyo de ECR para que pase el comisario francés designado por Emmanuel Macron, Stéphane Séjourné. Incluso un enfrentamiento entre la premier y el presidente francés, explican los fidelísimos de la primera ministra, podría ayudar a aclarar los horizontes.
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