"Millones de niños y adolescentes de todo el mundo siguen enfrentándose a la pobreza, la exclusión social, la desigualdad y la negación de sus derechos fundamentales. Protegerlos de las guerras, la violencia, la explotación y todas las formas de abuso no es solo una obligación legal: es un deber moral que llama a todos a hacer de la protección de los jóvenes una prioridad colectiva", afirma Mattarella en su mensaje.
El presidente italiano subraya que la Convención es "un tratado internacional de importancia histórica, que reconoció a los niños la titularidad de derechos específicos, concebidos en torno a sus necesidades de crecimiento, protección y desarrollo".
La ratificación de la Convención por un número considerable de países, observó el jefe de Estado, "no ha resuelto, sin embargo, los problemas críticos existentes. Millones de niños y adolescentes en el mundo siguen enfrentándose a la pobreza, la exclusión social, la desigualdad y la negación de los derechos fundamentales", lamentó.
Mattarella llama la atención sobre los peligros derivados también del "acceso indiscriminado a las redes sociales" y de los "períodos prolongados de uso", que son para los niños "formas en sí mismas de violencia psicológica y física que pueden tener graves repercusiones en su bienestar, su salud y sus relaciones sociales".
Para prevenir estos riesgos, sostiene, "es crucial que las familias, las escuelas, las comunidades y las instituciones trabajen juntas para crear contextos en los que los jóvenes puedan sentirse valorados, escuchados y guiados, y en los que puedan tener derecho a soñar, libres para imaginar un futuro en el que puedan expresar plenamente su potencial".
Proteger los derechos de los niños significa dar un futuro a la sociedad, significa hacer que los jóvenes sean los protagonistas de sus vidas", concluye el mensaje de Sergio Mattarella.
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