El presidente surcoreano, Yoon Suk-yelo, ofreció disculpas por la ley marcial declarada el martes pasado y retirada después de que el parlamento votara en contra, mientras el Parlamento rechazó la moción de impeachment contra el mandatario.
"Esto nunca volverá a suceder", dijo Yoon en un mensaje televisado a la nación, en una jornada en la cual el Parlamento se opuso a su destitución, propuesta por la oposición, justamente tras el caos por la ley marcial declarada el martes por la noche y retirada unas horas más tarde debido al rechazo parlamentario.
Lo informó Yonhap, precisando que no se alcanzó el quórum de 200 votos.
"La declaración de la ley marcial nació de mis impulsos como presidente", dijo Yoon en un discurso televisado, volviendo al público por primera vez desde que se desató el caos el martes por la noche.
"Sin embargo, al hacerlo he causado ansiedad e incomodidad".
"Pido disculpas sinceras a los ciudadanos que estaban muy angustiados", añadió, descartando la posibilidad de que el hecho se repita.
Yoon, en su breve discurso, aseguró que "no eludirá la responsabilidad jurídica y política por la declaración de la ley marcial", pero no se ofreció a dimitir y se limitó a decir que "encomendará al partido medidas para estabilizar la situación política, incluido mi mandato".
Su conservador Partido del Poder Popular estaba dividido sobre la cuestión: una parte de los 108 diputados mantenían la línea oficial de oposición al impeachment y votación durante la sesión plenaria del Parlamento.
De hecho, el jefe del partido, Han Dong-hoon, inmediatamente después de su discurso a la nación, había declarado que Yoon debía dar un paso atrás.
"El desempeño normal de las funciones del presidente es imposible en las circunstancias actuales, y la pronta dimisión del presidente es inevitable", añadió Han en declaraciones a los medios.
Finalmente, la moción fue rechazada.
Entretanto, la policía comenzó a investigar a Yoon y otros funcionarios por insurrección.
El viernes por la tarde, al menos 15.000 manifestantes desafiaron el frío para reunirse en el distrito Yeouido de Seúl, donde se encuentra el Parlamento, para pedir en voz alta su dimisión.
Algunos incluso se quedaron toda la noche a pesar de las gélidas temperaturas, mientras que los parlamentarios de la oposición permanecieron en el edificio parlamentario por temor a una reacción violenta de Yoon.
Una encuesta publicada el viernes sitúa el apoyo popular al presidente en un mínimo histórico del 13%.
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