El monarca, retransmitido en directo por TVE, agradeció al embajador Miguel Fernández Palacio -presente junto al representante diplomático ante la Santa Sede y al secretario de Estado de Comercio de España- su recepción y por "la cálida acogida en un país tan cercano, tan amado". Recordó que "la cercanía de nuestros pueblos y la presencia española en Italia se remontan a la antigüedad" y definió a Italia como "una tierra mítica, fuente fundamental, espiritual y civilizatoria de nuestros orígenes europeos y occidentales".
Felipe VI evocó a continuación que "en diferentes contextos históricos" "ha prevalecido entre España e Italia una constante, la conciencia de un legado compartido y el espíritu de mantener vivo el vínculo que une a nuestras sociedades". "Este vínculo -añadió- que siempre aportó un valor incalculable en términos culturales, históricos y sociales sigue siendo esencial para fortalecer la relación entre nuestros países, que puede ser aún más fructífera para el bien de ambos y de nuestra contribución mediterránea a la la Unión Europea".
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