Hernández se encontraba en prisión preventiva desde el 13 de agosto por orden del juez Fredy Orellana a petición de la Fiscalía Especial contra la Impunidad.
Fue detenida dentro del caso por la supuesta falsificación de firmas para la creación del partido político Movimiento Semilla, así como irregularidades en el conteo de votos durante la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 20 de agosto de 2023 que ganó el presidente Bernardo Arévalo, candidato del Movimiento Semilla.
Hernández, ex secretaria general adjunta del partido Semilla, dijo que tomó la "difícil decisión" de acogerse a "un procedimiento de aceptación de cargos, no como un acto egoísta, sino como un acto de justicia y amor" para proteger "mi vida, mis hijos y mi compromiso de servicios público".
Añadió que esperó "con entereza que las condiciones políticas fueran distintas, pero nada ha cambiado y a la luz de los hechos pareciera que no va a cambiar pronto".
En un mensaje en redes sociales finaliza diciendo que "Guatemala ya tiene suficientes mártires y yo no seré una más".
Según la prensa local, un juez le impuso una multa de 1.250 dólares y un año de prisión conmutable, lo que le permitió quedar en libertad tras aceptar los cargos.
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