Así lo afirman los rebeldes del grupo étnico local, el Ejército de Independencia de Kachin (KIA), que cuenta con unos 7.000 combatientes, controla la región y lucha contra la junta golpista.
"Todos los muertos eran civiles y mineros de oro o comerciantes", dijo el portavoz de Kia, Naw Bu.
La junta militar que tomó el poder en Birmania con el golpe de Estado de febrero de 2021, poniendo fin a una década de democracia, lucha por controlar el país, presa de movimientos de resistencia, en su mayoría de base étnica.
Se acusa al ejército de atacar repetidamente a civiles en ataques aéreos considerados indiscriminados.
El Estado de Kachin, donde predomina la etnia predominantemente cristiana del mismo nombre, es rico en minas de oro, jade y tierras raras: materias primas que se exportan casi en su totalidad a China.
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