Se trata de una invitación a no negar el cambio climático, pero, sobre todo, un recordatorio a la política que con demasiada frecuencia subestima la magnitud de los acontecimientos e ignora todas aquellas actividades humanas de prevención que podrían debilitar los efectos de los desastres ambientales.
El presidente italiano se encontraba en Alessandria, donde recordó que se cumplen 30 años de la inundación que devastó el territorio de cuatro provincias, provocando 70 víctimas y 2.226 desplazados. El jefe de Estado insistió mucho en el concepto de "recordar" la que fue "la inundación más grave de todo el siglo XX en el Piamonte".
Recordar y aprender de los errores es importante porque, explicó el presidente, "no es solo un ejercicio de sensibilidad y respeto hacia las víctimas y quienes quedaron marcados por esas experiencias".
"Es también un llamamiento exigente al sentido de comunidad y a la responsabilidad de quienes tienen derecho a ella".
Recordar también es importante porque "se han violado equilibrios seculares que hubo que defenderlos, obteniendo resultados opuestos a los esperados.
"Sanar los problemas, corregir las distorsiones acumuladas a lo largo del tiempo, requiere ante todo evitar intervenciones inadecuadas que los agraven", advirtió.
"Necesitamos prevención y ya no se nos puede subestimar", repitió Mattarella después de escuchar al presidente de la región de Piamonte, Alberto Cirio, pedir medidas para racionalizar la burocracia. "Debemos mirar -insistió el presidente entre los aplausos de unos 200 alcaldes reunidos en el teatro de la ciudad- la prevención de riesgos, con una visión a largo plazo, similar a la evolución de los acontecimientos naturales. No basta con proponerse mitigar las adversidades. No sería una propuesta que esté a la altura de las expectativas y necesidades" porque "los recursos del planeta no son infinitos".
Tras aclarar el sentido del llamamiento, Mattarella reconoció también los numerosos pasos adelante, el espíritu de solidaridad que anima a los italianos cada vez que una inundación, una avalancha o cualquier tragedia medioambiental azota el país: "en las tragedias, la República siempre supo estar presente, con la policía, los bomberos, las fuerzas armadas, la Protección Civil -nacida precisamente como respuesta a la emergencia- el sistema de autonomías locales, las energías de la sociedad civil".
"Por este motivo "estamos orgullosos de las pruebas proporcionadas por nuestro sistema de Protección Civil, no en vano, también tomado como ejemplo en otras naciones", completó.
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