"Sobre Ucrania hemos llegado al punto de quiebre: ahora es el momento en el que las capitales europeas deben elegir de verdad" porque enfrente se está poniendo feo, el compromiso de Washington es incierto y para avanzar Kiev debe tener montañas de dinero.
"No podemos esconder los costos del conflicto a nuestros ciudadanos, debemos explicarles, pues es necesario, cuáles son los riesgos", advritió.
Según Borrell "no lo estamos haciendo suficiente" y la consecuencia puede ser la de "perder el apoyo de la gente", fundamental en los sistemas democráticos.
"Mi jardinero -narró en el curso de una entrevista con ANSA y otros medios internacionales- me preguntó: 'Porqué debo continuar pagando de mi bolsillo, con mis impuestos, a Ucrania? Es una pregunta legítima". El problema es que también las capitales de Europa meditan sobre qué hacer.
"El año pasado la cuenta para el apoyo a Kiev sumó 125.000 millones y en 2025 será aún más salada. Y los Estados miembros dijeron no", afirmó. Entonces si dijo muy contrariado por no poder participar en el retiro súper informal de los líderes previsto parra el 3 de febrero -el nuevo formato lanzado por el presidente entrante del Consejo Europeo, Antonio Costa- dedicado a la defensa. "Me voy junto cuando las cosas se convierten en más interesantes".
Más allá de las bromas la situación es seria y para Europa se acerca el momento de la verda. Qué sucederá si los Estados miembros se retiran? A este respecto, el debate en curso sobre los eurobonos de defensa es completamente engañoso. "Si tenemos que sustituir el papel de Estados Unidos, debemos movilizar lo que tenemos hoy. El tiempo cuenta. Si Moscú rompe el frente la próxima primavera (boreal), los rusos no esperarán a la emisión de bonos", subrayó Borrell, y dijo que estaba a favor de la emisión de deuda común. "Si tenemos que recaudar el dinero, luego desarrollar la capacidad industrial, luego producir (las armas para dárselas a Kiev(...
bueno, es demasiado tarde, amigos míos".
Borrell, en ánimo de confidencias, revleó que en el momento más oscuro para Ucrania luego de la invasión del 24 de febrero de 2022, a su propuesta de utilizar el Fondo Europeo para la Paz para financiar la transferencia de armas los 27 respondieron positivamente. Por un importe que llegó a 50 millones de euros.
"Están bromenado? Respondí. Aquí se trata de resistir a los tanques rusos, no de adiestrar a un ejército africano, con todo respeto: agreguen tres ceros".
"La verdad -reflexiona Borrell pasado el milésimo día de conflicto bélico- es que no tenemos el sentido de la urgencia".
Para estar verdaderamente comprometidos a hacer que Kiev gane "es necesario remover las limitaciones a las armas, es la primera cosa que nos piden y, hasta el momento, no está claro que ello esté sucediendo".
Y asi llega el interrogante más incómodo: Quién ganará la guerra? "Depende de las capacidades que se proporcionen", argumenta Borrell. "Si tardamos un año en suministrar un millón de municiones, el ritmo es insuficiente: Rusia utiliza 800.000 al mes". No es exactamente un estallido de optimismo.
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