Las alarmas saltaron en las capitales del norte de Europa: el gobierno sueco pidió a Pekín que colaborara en la investigación, mientras que Varsovia propuso la creación de una misión policial para proteger las infraestructuras.
Los dos cables submarinos, utilizados para las telecomunicaciones de fibra óptica, fueron cortados entre el 17 y el 18 de noviembre en aguas territoriales suecas del Báltico, frente a la costa de Dinamarca.
Las sospechas recaían sobre un carguero chino, el Yi Peng 3, que los sitios de rastreo habían localizado sobre los cables en el momento en que se cortaron. Sin embargo, no había pruebas que indicaran la implicación del buque en el incidente.
Ahora, sin embargo, según el diario estadounidense Wall Street Journal (WSJ), los investigadores trabajan con la hipótesis de que el Yi Peng cortó los cables a propósito, arrastrando su ancla por el fondo marino durante más de 160 kilómetros. Y es posible que los servicios de Moscú indujeran al capitán a cometer el sabotaje.
"Es poco probable que no se diera cuenta de que arrastraba el ancla, con lo que perdía velocidad y cizallaba los cables", explicó un investigador europeo al diario estadounidense.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, definió al Mar Báltico "una zona convertida en alto riesgo" y anunció el envío de una "petición formal a China para que coopere con el fin de esclarecer lo sucedido".
Estocolmo evitó hacer acusaciones específicas, pero pidió, sin embargo, que el Yi Peng "se traslade a aguas suecas" para permitir la investigación.
El barco mercante, mientras tanto, se encuentra detenido en el estrecho de Kattegat, entre Suecia y Dinamarca, desde el 19 de noviembre.
En cuanto a las autoridades chinas, el ministerio de Asuntos Exteriores negó cualquier responsabilidad en el asunto, pero según fuentes danesas, se iniciaron contactos diplomáticos entre los países implicados y Pekín.
El caso fue abordado por Kristersson en una reunión con colegas de los países nórdicos y Polonia.
En la reunión, Donald Tusk subrayó la necesidad de equiparnos con "nuevas herramientas y medios ambiciosos para contrarrestar las amenazas" y propuso a sus colegas una misión de patrulla marítima.
Lituania quiere establecer un equipo conjunto de investigación coordinado por Eurojust, la agencia de cooperación judicial de la UE.
Así como Pekín negó cualquier culpabilidad por el accidente del cable, su aliado ruso calificó de "absurdas" y "ridículas" las sospechas de que los servicios de Moscú estuvieran detrás del presunto sabotaje.
La única certeza hasta el momento es que, justo después de la invasión de Ucrania, aumentaron las tensiones en el Mar Báltico, amenazando redes estratégicas para Europa.
En octubre de 2023, un gasoducto submarino entre Finlandia y Estonia fue cerrado tras haber sido dañado por el ancla de un carguero chino.
Un año antes, las misteriosas explosiones que dañaron los dos gasoductos Nord Stream. Aunque en aquella ocasión la investigación aún abierta en Alemania había planteado la hipótesis de la posible participación de saboteadores ucranianos.
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